(InfoCatólica) El Tribunal Supremo rebaja la condena de 11 a 2 años a un ex profesor del colegio Gaztelueta denunciado por abusos, porque entiende que los hechos más graves descritos por la víctima no están probados --«es un ejercicio de voluntarismo incompatible con el canon constitucional de valoración probatoria»--.
El caso fue denunciado por los padres del entonces menor ante los medios de comunicación en el año 2012. La Fiscalía Superior del País Vasco intervino y archivó el caso por falta de pruebas.
En 2015, el asunto alcanzó una especial notoriedad por la intervención del Papa, quien ordenó una investigación eclesiástica que concluyó con el cierre del caso.
Siendo ya mayor de edad, el propio joven presentó una querella y la Audiencia Provincial de Bizkaia condenó al ex profesor a once años de cárcel en 2018.
Ahora ha sido el Tribunal Supremo quien ha sentenciado el recurso interpuesto por el profesor, rebajando la condena de once a dos años.
Lo que se pone de manifiesto después de tanto tiempo es la complejidad de este caso, por la dificultad de juzgar unas acusaciones sin más pruebas que el testimonio de ambas partes.
Para la familia de la víctima, el caso ha supuesto un duro golpe y han anunciado que emprenderán la vía civil para reclamar una compensación económica. Para el ex profesor la reducción de la condena tampoco ha supuesto una buena noticia, ya que sigue defendiendo su completa inocencia en una carta a través de su abogado:
«He recibido la noticia de la sentencia del Tribunal Supremo al recurso que presentó mi abogado como un auténtico mazazo. La sentencia, aunque rebaja la pena, mantiene la condena por unos delitos de abuso sexual que niego haber cometido.
Desde que se me acusó, hace ya nueve años, he vivido condenado al estigma de la culpa, de la sospecha y del rechazo. Y todo ello por un delito monstruoso que no he cometido. He tratado de llevar todo esto con visión cristiana, sin rencor y perdonando.
Aunque agradezco la buena intención, me han dolido las felicitaciones de algunos amigos, como si tuviera que alegrarme por ir menos tiempo a la cárcel cuando soy inocente. Mi abogado está estudiando la sentencia para recurrirla ante el Tribunal Constitucional. Y llegaré hasta donde pueda para probar mi completa inocencia».