(Agencias/InfoCatólica) «Estoy impactado. Preocupado. Un golpe para mí, mi familia, la gente de mi pueblo. Por el espíritu de obediencia y por el amor que llevo a la Iglesia y al Papa, acepté su pedido de hacerme a un lado. Pero soy inocente y lo probaré. Le pido al Santo Padre que tenga derecho a defenderme». Así de claro ha sido el cardenal Angelio Becciu en sus declaraciones ante los periodistas.
El purpurado cree que es surrealista que el Papa le haya pedido la renuncia aunque parece que todo se ha precipitado ante el anuncio de que el semanal L'Espresso va a publicar este fin de semana el resultado de una investigación sobre la gestión por parte de Becciu del Obolo de San Pedro, que demostraría que desvió fondos para las empresas de su familia, algo que él ha negado también hoy.
Según los documentos que ha visionado el semanal, el que fuera sustituto de la Secretaría de Estado habría solicitado y obtenido dos veces de la Conferencia Episcopal Italiana y una vez del Obolo di San Pietro préstamos no reembolsable a favor de la cooperativa Spes, brazo operativo de la Caritas de la localidad Ozieri, provincia de Sassari, cuyo propietario y representante legal es su hermano Tonino. L'Espresso añade que, según las investigaciones que esta llevando a acabo la fiscalía vaticana, cerca de 650 millones de fondos del Obolo fueron gestionados de manera opaca.