(CNA/Aci Prensa) El Arzobispo Gabriele Giordano Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York, hizo esta afirmación en su intervención el 11 de septiembre tras la resolución de la ONU titulada «Respuesta integral y coordinada a la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19)».
La resolución pide a los estados «tomen todas las medidas necesarias para garantizar el derecho de las mujeres y las niñas a disfrutar del más alto nivel posible de salud, incluida la salud sexual y reproductiva, y de los derechos reproductivos».
El Prelado dijo que «la Santa Sede considera muy desafortunado que la resolución adoptada incluya la profundamente preocupante y divisoria referencia a la ‘salud sexual y reproductiva, y los derechos reproductivos’».
«En línea con sus reservas expresadas en conferencias internacionales realizadas en Beijing y El Cairo, la Santa Sede reitera que considera la frase ‘salud reproductiva’ y los términos relacionados como aplicados a un concepto holístico de salud, que abraza a la persona en su integridad y personalidad, mente y cuerpo», continuó.
De manera particular, resaltó el Nuncio, «la Santa Sede rechaza la interpretación que considera el aborto o el acceso al aborto, el aborto selectivo, el aborto de fetos diagnosticados con problemas de salud, la maternidad subrogada y la esterilización, como dimensiones de la ‘salud reproductiva’ o como parte de la cobertura universal de salud».
Las críticas del Arzobispo también fueron expresadas por la representación de Estados Unidos, país que votó contra la resolución, que finalmente se adoptó por 169 votos a favor, dos en contra (Israel y EEUU) y dos abstenciones (Hungría y Ucrania).
«No aceptamos las referencias a la ‘salud sexual y reproductiva’ ni a los ‘derechos reproductivos’ u otro lenguaje que sugiera o explícitamente se refiera al acceso al aborto como necesariamente incluido en los términos más generales ‘servicios de salud’ o ‘servicios del cuidado de la salud’, en particular en contextos referidos a las mujeres», destacó la representación estadounidense.
«Estados Unidos cree en la protección legal para el no nacido», resaltó.
El país norteamericano también votó contra la resolución ya que esta resalta el «papel de liderazgo» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contra el coronavirus.
Mons. Caccia también criticó que la resolución se haya adoptado «careciendo de consenso» y renovó el pedido del Vaticano para que la vacuna contra el coronavirus «esté libre de preocupaciones éticas» y esté disponible para todos.
El Prelado lamentó «la exclusión de organizaciones religiosas de la lista de aquellos que juegan un importante rol en la respuesta la pandemia» y comentó que las referencias a los ancianos en el texto son inadecuadas.
El Nuncio también alentó a usar un «lenguaje más enérgico» en relación a la reforma del sistema financiero internacional, subrayando la necesidad de «reducir, sino cancelar, la deuda que oprime a las naciones más pobres».