(Fides/InfoCatólica) Las dos hermanas de la congregación de San José de Chambéry secuestradas el 12 de agosto en Mocímboa da Praia (Mozambique) han sido liberadas. Así lo anunció el 6 de septiembre, Mons. Luiz Fernando Lisboa, obispo de Pemba:
«Las hermanas están sanas y salvas. Nuestras Inês y Eliane, que trabajan en la parroquia de Mocímboa da Praia, después de veinticuatro días pasado en cautiverio, están de vuelta entre nosotros».
Las dos religiosas de origen brasileño habían sido secuestradas durante un furioso ataque realizado por las milicias de al-Shabab, el martes 12 de agosto, a Mocímboa da Praia, un importante centro de la provincia de Cabo Delgado. En esa ocasión, la policía y las fuerzas armadas se vieron obligadas a retirarse apresuradamente, dejando a la milicia libre durante unos días. En ese momento, las religiosas habían sido sacadas de su comunidad y llevadas presas. Durante unos días no se supo nada de ellas, pero las autoridades nacionales e internacionales se movilizaron de inmediato para facilitar su liberación. Las negociaciones han dado resultado.
La acción contra Mocímboa da Praia ha demostrado un salto cualitativo en las operaciones de estas milicias que dicen ser «yihadistas». Si en 2017, cuando comenzaron a atacar los poblados de la provincia de Cabo Delgado, viajaban a bordo de motos viejas y usaban armas rudimentarias (machetes, lanzas, etc.), en los últimos operativos han demostrado que poseen vehículos todoterrenas nuevos y armas automáticas y un gran capacidad de moverse por el territorio. ¿Quién les suministró el armamento? ¿Quién entrenó a estos milicianos? Según algunos analistas, podrían no ser grupos yihadistas, sino milicias vinculadas a grandes organizaciones criminales, las que están creando bases para el tráfico internacional de drogas. En los últimos dos años, sus acciones han creado inestabilidad en la zona y han obligado a desplazaese a cientos de personas.
Las Hermanas de San José de Chambéry se encontraron en medio de los combates y fueron secuestradas. Las religiosas están presentes en la ciudad de Mocímboa da Praia desde 2003. A lo largo de los años han creado una densa red de escuelas infantiles y un centro social. Su presencia ha contribuido a la alfabetización de los niños y niñas locales. Lamentablemente, con la intensificación de las acciones militares en la zona, muchas de estas escuelas han tenido que cerrar y las actividades se han centrado principalmente en Mocímboa da Praia.
«Elevemos juntos un himno de acción de gracias a Dios - escribe Mons. Lisboa - y sigamos orando por todos aquellos que aún están desaparecidos, desplazados y que sufren las consecuencias de la violencia y la guerra. Pedimos la bendición de Dios para Cabo Delgado y que ¡conceda el don de la verdadera paz que tanto necesitamos!.