(Ecclesia) Con ocasión del inicio de curso, Escuelas Católicas ha lanzado tres propuestas concretas. Una de ellas, la«agilidad en la dotación económica adicional que se necesita para poner en marcha muchas de las medidas aprobadas».
Desde la institución, explican que «los centros educativos necesitan ahora más que nunca la colaboración de todas las administraciones y de la sociedad en su conjunto para poner en marcha el curso más seguro posible a pesar de la crisis sanitaria que nos afecta». En esta línea, se insiste en que «resulta necesario concretar los medios y la financiación adicional con que se debe dotar a todos los centros sostenidos con fondos públicos para llevar a la práctica tales medidas»
Las otras dos propuestas son, en primer lugar, la «coordinación entre Gobierno y comunidades autónomas para que sus distintos protocolos se puedan implantar sin dudas ni colisiones». Y en tercer lugar, «confianza, comprensión y apoyo social y administrativo en un momento de gran esfuerzo para todos los maestros, educadores y equipos directivos que están en primera línea».
Escuelas Católicas afirma, ante la última comparecencia de la ministra de Educación, Isabel Celáa, en el Congreso, que «la dificultad que abordan ahora los centros es la de la aplicación de las nuevas medidas en tan corto espacio de tiempo».
La organización remarca que los centros educativos han trabajado duramente en verano para implantar las medidas, y ahora hay poco tiempo. Sin embargo, Escuelas Católicas reconoce la dificultad de prever escenarios y la necesidad de ver la evolución de la pandemia. Ante esta realidad, se remarca que «las familias deben estar tranquilas del trabajo realizado y comenzar el curso con la mayor serenidad»