(AsiaNews/InfoCatólica) Sajan K. George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC) relató a AsiaNews el hecho sucedido este 2 de julio, cuando los radicales Hindutva agredieron al pastor Vikas Gupta además de mofarse de él. El hecho ocurrió en una alejada aldea del distrito de Azamgarh, en Uttar Pradesh,
«El joven cristiano Vikas Gupta (21 años) fue arrastrado hasta un templo hindú, donde lo obligaron a arrodillarse frente a un ídolo, lo hicieron desfilar por el mercado de la aldea y también dañaron su moto», dijo Sajan K. George, presidente de GCIC.
Como si lo acontecido fuera poco, al día siguiente, otra horda fue hasta su casa en la aldea de Dassmora en el distrito de Azamgarh, irrumpiendo en ella, la saquearon, amenazaron a su familia y a otras dos familias cristianas: de no dejar la aldea, las mujeres serían violadas, asesinarían a los hombres e incendiarían sus casas.
Al irse la horda, las familias fueron por ayuda a la policía
Seguidamente el 4 de julio la multitud volvió a atacar, pero esta vez fue la casa de oración, derribando muros y destrozando ventanas y puertas. Después de este tercer ataque, los cristianos denunciaron el hecho en la comisaría policial de Bardah.
El 5 de julio la policía arrestó en relación al ataque a cinco personas que no fueron identificados. En respuesta a ello, otra multitud - esta vez, encabezada por el alcalde del pueblo - se reunió afuera de la comisaría y exigió la liberación de los arrestados. El alcalde amenazó a la policía: si los hombres no eran dejados en libertad habría consecuencias.
Fue así, como viéndose entonces la policía obligada a dejar a los hombres en libertad (según una fuente local). Las dos familias cristianas que viven en la aldea tuvieron que refugiarse en la estación de policía, todo ese día hasta la madrugada.
A eso de la una de la madrugada, las dos familias huyeron, abandonando sus casas, sus objetos personales y su ganado, y ahora se desconoce donde viven.
Sajan K George dió declaraciones a AsiaNews: «Este asalto a un inocente, Vikas Gupta, y a las dos familias cristianas es un grave ataque a sus derechos fundamentales, inclusive al derecho a la vida, a la libertad religiosa y a la dignidad de las mujeres (que recibieron amenazas de abusos sexuales)».
Cada vez hay más iglesias pequeñas que terminan clausuradas, debido a estos ataques contra cristianos indefensos, en varios distritos de Uttar Pradesh.
En la edición del 2020, la United States Commission on International Religious Freedom (USCIRF) coloca a la India entre los 14 «países que revisten particular preocupación», sosteniendo que en estas naciones las minorías religiosas son sometidas a una creciente agresión.
En enero de este año, el Vishwa Hindu Parishad (VHP) anunció que antes del 2024 pondría fin a las «conversiones forzadas» y señaló 30 lugares en ocho distritos del este de Uttar Pradesh, donde ha habido presuntas conversiones religiosas con la participación de misioneros cristianos.
«Los radicales - afirma el presidente de la GCIC - tienen tal ansiedad por amenazar la existencia misma de las minorías, que crean una situación crítica en el orden público y violan todas las garantías constitucionales de la India secular».