(Asia News/InfoCatólica) En la vigilia de la celebración, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan avaló la recitación de una oración islámica, la Sura de la conquista, dentro de la estructura nacida como basílica, transformada en mezquita y al final transformada en museo en 1935 bajo la directiva de Kemal Ataturk, padre de la Turquía moderna.
Erdogan siguió en vídeo conferencia el evento que se realizó el 29 de mayo pasado, y criticó al gobierno griego «que no tiene ni una mezquita en toda la capital de, Atenas». Para aumentar la controversia intervino el director de las Comunicaciones de la oficina presidencial Fahrettin Altun, afirmando que la catedral, hoy museo, será «pronto transformada» en lugar de culto musulmán. «Sean pacientes» dijo dirigiéndose a los ciudadanos, porque «juntos haremos que esto suceda».
Todas esas declaraciones son respuesta a la toma de posición de Grecia, que había definido la recitación de la oración islámica como un «inaceptable intento» de modificar el «estatus» de Santa Sofía. Una elección, según el gobierno griego, que supone un «desaire a la sensibilidad de los cristianos de todo el mundo».
«Esta acción», declara en una nota al ministerio de Exteriores de Grecia, «es un insulto a la comunidad internacional» y demuestra el desinterés de Ankara hacia el derecho internacional y el patrimonio cultural de la UNESCO. A lo cual respondió el Ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, según el cual «Hagia Sophia está en territorio turco, y fue conquistada» y «lo que sucede en nuestro país y que se refiera a una propiedad nuestra es solo un problema nuestro».