(ACI Prensa) De acuerdo a medios locales, un sobreviviente del ataque a la villa de Faduma Kolomdi, ubicada al noreste del estado nigeriano de Borno, dijo que los hombres solicitaron a los residentes de la aldea entregar sus armas, y ofrecieron predicarles un sermón antes del ataque.
«Nos reunieron y dijeron que querían darnos un sermón religioso. Nos pidieron que presentáramos las armas que teníamos. Algunos aldeanos entregaron sus pistolas, arcos y flechas», dijo el sobreviviente en una entrevista con un funcionario del Gobierno.
«De repente, empezaron a disparar. Incluso, los niños y las mujeres no se salvaron, muchos de ellos recibieron disparos a corta distancia», agregó el sobreviviente.
Además de los muertos, otras 13 personas resultaron heridas y siete más, entre las cuales está el líder de la aldea, fueron secuestradas, junto con el ganado. El ataque duró aproximadamente seis horas, desde las 10:00 a.m. hasta las 4:00 p.m. Los atacantes huyeron después de que la Fuerza Aérea de Nigeria les disparó desde un avión de combate.
El gobernador de Borno, Babagana Zulum, pidió al Ejército del país que intensifique sus esfuerzos para luchar contra los grupos extremistas. Zulum visitó la villa de Faduma Kolomdi el miércoles y se reunió con los sobrevivientes del ataque.
Zulum citó los repetidos ataques del grupo islamista Boko Haram y sus organizaciones y exigió a los militares que tomaran medidas más agresivas.
«El año pasado, casi la misma cantidad de personas fueron asesinadas en Gajiram en un ataque similar al que pasó en esta villa», dijo Zulum.
«La única solución para terminar con esta masacre es desalojar a los insurgentes en las orillas del lago Chad. Hacerlo requerirá colaboración en los esfuerzos regionales», agregó.
En un comunicado emitido el miércoles, el director interino de relaciones públicas del Ejército nigeriano, Coronel Sagir Musa, dijo que el ataque fue causado por Boko Haram y el Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP), y que se tomarían medidas para «rastrear y detener o neutralizar a los perpetradores».
«Deseamos reiterar que el ejército nigeriano se ha comprometido a investigar las circunstancias de estos insensibles ataques de criminales de Boko Haram y los bandidos contra civiles inocentes», agregó.
«Nos aseguraremos de que se tomen las medidas apropiadas para mitigar cualquier incidente futuro. Si bien agradecemos a los nigerianos por su comprensión, imploramos a todos que continúen apoyando y cooperando con las tropas mientras llevan a cabo su tarea», resaltó Musa.
El ataque es el último de una serie de asesinatos y secuestros en Nigeria, a menudo llevado a cabo por un grupo islamista contra la población cristiana. La semana pasada, un pastor cristiano y su esposa embarazada fueron asesinados en su granja en la región noreste del país.
Según un informe de la International Society for Civil Liberties and the Rule of Law (Intersociety), más de 600 cristianos han sido asesinados en 2020, los cristianos han sido decapitados, las granjas incendiadas, y sacerdotes y seminaristas han sido blanco de secuestros.
En enero, militantes secuestraron a cuatro seminaristas católicos del Seminario del Buen Pastor en Kaduna, de los cuales uno fue asesinado, Michael Nnadi. El 1 de marzo, el sacerdote nigeriano, P. David Echioda, fue secuestrado por hombres armados después de ofrecer la misa dominical. El P. Echioda fue liberado días después.