(LifeSiteNews) Un representante de las Naciones Unidas emitió un informe mordaz que condena la terapia de conversación para aquellos con deseos y comportamientos sexuales no deseados, generalmente relacionados con la homosexualidad.
El «Informe sobre la terapia de conversión» fue emitido por Víctor Madrigal-Borloz, de Costa Rica, el experto independiente de la ONU en orientación sexual e identidad de género, que en el pasado intentó castigar a los opositores religiosos de la agenda gay.
El informe también acusa que practicar tal terapia de conversación es una violación de los derechos humanos, aunque no existe un derecho humano acordado que menciona «orientación sexual» o «identidad de género», a pesar de que tal acuerdo ha sido durante mucho tiempo un objetivo de defensores de los derechos de los homosexuales y transgénero en la ONU.
Madrigal-Borloz parece haber aceptado el argumento de que las personas que buscan ayuda con deseos y acciones no deseadas son participantes poco dispuestos que los padres u otras personas obligan a la terapia.
Los terapeutas que practican este tipo de terapia están ansiosos por señalar que no aceptan pacientes que hayan sido forzados. Creen que la fuerza no solo está mal, sino que tampoco funciona.
En cualquier situación de terapia, especialmente si va a haber algún progreso, los pacientes deben querer cambiar y buscar el cambio por su cuenta. Si bien muchas de estas leyes se centran en menores, algunas también lo prohíben para adultos.
El informe se basa en la noción de que la homosexualidad no están sujeta a cambios, que tales deseos y comportamientos son innatos y, por lo tanto, inmutables. Pero, incluso los investigadores homosexuales admiten que la homosexualidad es bastante fluida. Lisa Diamond, de la Universidad de Utah, que se identifica como lesbiana, publicó un libro completo sobre el tema llamado «Fluidez sexual». Una pregunta que Madrigal-Borloz aparentemente no plantea en el informe es: si el deseo sexual puede cambiar, ¿por qué una persona no puede buscar ese cambio con ayuda profesional?
Los terapeutas católicos conectados a la organización llamada Courage argumentan que el «cambio de orientación sexual» es un nombre inapropiado ya que solo hay una orientación y es entre hombres y mujeres como lo demuestra la naturaleza. Argumentan que la sexualidad puede confundirse por varias razones psicológicas y que la terapia se utiliza para devolver al paciente a lo que la naturaleza pretendía.
Cabe señalar que los defensores contra la terapia de conversación han argumentado que dicha terapia es física y psicológicamente abusiva. Los terapeutas han respondido insistiendo en que no es más que hablar como sucede en casi todo el asesoramiento psicológico. Los terapeutas también dicen que nunca se ha prohibido ninguna otra razón para la terapia de conversación. Están capacitados para seguir al paciente y, si algo le molesta, no importa lo que sea, y trabajan para ayudar al paciente a superar lo que le preocupa.
El Dr. Robert Spitzer, profesor de psiquiatría desde hace mucho tiempo en la Universidad de Columbia y ex jefe de la Asociación Americana de Psiquiatría, participó en el cambio del manual de diagnóstico de la profesión de psicología en favor de la homosexualidad. Aún así, publicó un artículo de 2003 que mostró que, bajo ciertas circunstancias, la terapia de conversación ayuda a las personas a superar los deseos y comportamientos homosexuales no deseados.