(Katolisch/InfoCatólica) El obispo de Limburgo está «muy a favor de trasladar a Roma las ideas y decisiones que se recojan en el Camino Sinodal incluso en lo que respecta a las mujeres y el ministerio».
En una entrevista con la revista Publik-Forum el prelado dijo. «Lo que surja de forma sinodal debe ser aclarado y respondido también de forma sinodal», dijo Bätzing. Según él, ese principio había sido reforzado por el Papa Francisco.
En cuanto a la ordenación de mujeres al sacerdocio, el Papa Francisco, como sus predecesores, ha dejado muy claro que era una «cuestión cerrada», admitió Bätzing, «pero esto no puede significar que la cuestión de la ordenación de las mujeres no se discuta más» La demanda de ordenación de mujeres está «allí, en medio de la iglesia». Los argumentos presentados por la autoridad docente en contra de las mujeres sacerdotes «en muchos casos ya no se aceptan», dijo el presidente de la DBK.
En realidad, la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, de San Juan Pablo II, no solo zanjó definitivamente la cuestión de la ordenación de mujeres, sino que fue escrita precisamente para acabar con cualquier discursión al respecto:
Si bien la doctrina sobre la ordenación sacerdotal, reservada sólo a los hombres, se ha conservado por la Tradición constante y universal de la Iglesia, y se ha enseñado firmemente por el Magisterio en los documentos más recientes, no obstante, en nuestro tiempo y en diversos lugares se la considera discutible, o incluso se atribuye un valor meramente disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir a las mujeres a tal ordenación.
Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.
Mons. Bätzing también se pronunció a favor de reformas como la admisión de cristianos de otras denominaciones a la Eucaristía. «Los cristianos pueden decidir con buenos argumentos y según su propia conciencia participar en la Eucaristía o la Comunión de la otra denominación. Justificó su posición afirmando que ahora hay un gran acuerdo entre las iglesias cristianas sobre el «significado de lo que creemos y celebramos».
La introducción de una bendición para las parejas divorciadas que se vuelven a casar y las parejas homosexuales también es concebible para el Presidente de DBK. «Bastantes sufren por el hecho de que su relación no recibe el reconocimiento total de la iglesia. Los afectados esperaban una señal de la Iglesia».
Por último, el presidente del episcopado alemán asegura no estar de acuerdo con aquellos que ven con malos ojos la creación de parroquias de «tamaño XXL» en las que el papel de los seglares sea mucho más importante. El prelado dice que dicho proceso acabará con un modelo de sacerdote «que yo y muchos otros ya no queremos».