(NCR/InfoCatólica) La orden ejecutiva del condado de Howard #2020-09 esboza las condiciones y regulaciones que deben cumplirse para que los negocios no esenciales - que en Maryland incluyen iglesias y otros lugares de culto - puedan reanudar sus operaciones. La orden fue publicada por el presidente del condado, Calvin Ball.
«No habrá consumo de alimentos o bebidas de ningún tipo antes, durante o después de los servicios religiosos, incluyendo alimentos o bebidas que típicamente se consumirían como parte de un servicio religioso», dice la orden en la sección dedicado a los servicios religiosos.
El consumo de las especies consagradas en la Misa, al menos por parte del celebrante, es una parte integral del rito eucarístico. Las normas que prohíben incluso al sacerdote celebrante recibir la Eucaristía prohibirían la celebración lícita de la Misa por cualquier sacerdote.
La oficina de asuntos públicos del condado de Howard aún no ha respondido a las preguntas de CNA sobre cómo se puede conciliar semejate norma con la primera enmienda de la libertad religiosa y libertad de culto de la Constitución de los EE.UU.
El decreto ejecutivo también limita la asistencia a los espacios interiores de culto a 10 personas o menos, limita los servicios al aire libre a 250 personas socialmente distantes que llevan mascarillas, prohíbe que se pase a recoger donativos durante el culto y prohíbe los apretones de manos y cualquier contacto físico entre los fieles.
En contraste con el límite de 10 personas para las iglesias, los establecimientos enumerados en la orden que no celebran servicios religiosos pueden funcionar al 50% de su capacidad.
La orden también establece que «se permite, pero no se recomienda, cantar» y que sólo puede cantar la persona que dirige el servicio o un coro. Quienes canten sin máscaras deben, según la orden, «mantener una distancia de 12 pies de otras personas, incluidos los líderes religiosos, otros cantantes o la congregación».
Protesta de la archidiócesis de Baltimore
El portavoz de la archidiócesis de Baltimore, en cuyo territorio está el condado de Howard, ha mostrado su honda preocupación por el decreto.
«Para la comunidad católica, la recepción de la Comunión es fundamental para nuestra vida de fe y para nuestro culto público», dijo una declaración ante los medios de comunicación
«Desde que nos enteramos de la intención de los funcionarios del condado de Howard, hemos compartido con ellos nuestras pautas para la distribución de la Comunión y expresamos nuesta profunda preocupación ante su reciente orden que impide a las iglesias católicas del condado de Howard distribuir la Comunión».
La archidiócesis anunció sus propios planes de reapertura por etapas de los templos a partir del martes. Los mismos requieren que los comulgantes observen el distanciamiento social mientras están en la fila para la comunión y recomienda la comunión en la mano.
En la fase I del plan de reapertura de la archidiócesis, las iglesias estarán abiertas para la oración privada y la Misa se seguirá celebrando sin fieles. En la fase II, que se espera que comience en algunas zonas el fin de semana del 30 y 31 de mayo, las iglesias podrán abrirse para el culto y acoger un tercio de la capacidad de asientos, si las restricciones públicas locales permiten la asistencia de más de 10 personas a la Misa.
No se puede limitar la libertad religiosa durante la pandemia
El Departamento de Justicia de EE.UU ha emitido recientemente varias cartas ejecutivas relativas a casos de órdenes de salud pública estatales y locales que afectan a iglesias y centros de culto. En la última semana, el departamento envió cartas a los gobernadores de California y Nevada, haciendo hincapié en la necesidad de respetar la libertad religiosa mientras se trabaja para combatir la pandemia del coronavirus.
»En pocas palabras, no hay ninguna excepción a la Constitución de los Estados Unidos y a su Declaración de Derechos en caso de pandemia», dijo Eric S. Dreiband, jefe de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en una carta del 19 de mayo al gobernador de California Gavin Newsom.
El Departamento de Justicia también ha intevenido en conflictos entre las iglesias y las autoridades locales, incluyendo una demanda contra el alcalde de Greenville, Mississippi, después de que los miembros de la Iglesia Bautista del Templo fueran multados con 500 dólares por asistir a un servicio en sus autos en el estacionamiento de la iglesia. El alcalde anuló finalmente las multas.