(Efe/infoCatólica) En su opinión, la incidencia social y económica de la pandemia, reflejada en millares de ERTE, empresas y negocios paralizados por las medidas sanitarias, atenta contra la dignidad de las personas, que se encuentran desprovistas de sus trabajos.
«Una persona desea contribuir con su esfuerzo al bien de la sociedad. ¿Cómo no va a sentirse humillada con el aplazamiento indefinido de su incorporación al mundo del trabajo digno y estable?», se ha preguntado el prelado en una extensa carta pastoral: "Solidaridad y trabajo"
La privación prolongada del trabajo, la «extenuación laboral», la ausencia de reconocimiento de su valor, las «permanentes condiciones precarias» y la inseguridad constante «repercuten negativamente en la vida digna del hombre», ha añadido.
Por otra parte, la cifra de fallecidos en España durante la pandemia del coronavirus, cerca de 30.000 durante las últimas diez semanas, ha suscitado también la reflexión del cardenal, para quien la memoria de los muertos «nos dignifica a todos».
«Poco a poco, escalonadamente, vamos saliendo del confinamiento en nuestras casas y entrando en la normalidad de la comunicación. Es el momento de recordar a cuantos a causa de la pandemia han fallecido: la memoria de los muertos nos dignifica a todos», medita Blázquez a través de una carta pastoral recientemente publicada.
Se ha referido al sufrimiento de los familiares por la forma en que la pandemia, debido a las normas sanitarias y de seguridad establecidas, ha obligado a despedir a sus seres queridos, y añadido en este punto que con el tiempo «llegará la oportunidad de celebrar convenientemente las exequias por ellos».