(InfoRIES/InfoCatólica) Ese día, la Corte Suprema canadiense dictaminó que una persona menor de edad debe tener la posibilidad de tomar decisiones de naturaleza médica, pero que los tribunales pueden asumir el poder de intervenir cuando una vida humana está en peligro. La joven de Manitoba había sido admitida en un hospital por una seria hemorragia interna, pero desde su ingreso rechazó por razones religiosas el tratamiento propuesto por los médicos de la institución, que incluía transfusiones sanguíneas.
Esta joven padece la enfermedad de Crohn y para impedir el tratamiento se dirigió a la Corte de Apelaciones de Manitoba para que anulara una decisión tomada, a pedido de los galenos, por un tribunal inferior. Pero la Corte de Apelaciones rechazó ese pedido y ahora, después de haber elevado el caso a la Corte Suprema, se confirma en Canadá que los tribunales pueden intervenir para hacer aplicar tratamientos médicos cuando la vida de una persona está en peligro.