(DiariodeJerez/InfoCatólica) El prelado critica que haya quien pretenda vincular "la dignidad del ser humano con su edad" y recuerda que "un recién nacido tiene la ciudadanía por sí mismo y nadie se la tiene que reconocer con un bautismo civil"
- ¿De qué le sonaba a usted Jerez antes de que la ciudad comenzara a cruzarse en su vida?
- Pues de lo típico. Jerez me sonaba sobre todo a vino, y también a caballos. Después esa relación fue mucho más estrecha ya que como profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas venía a la ciudad de forma regular.
- La verdad es que le ha tocado venir a Jerez en un momento especialmente delicado, con la crisis golpeando fuerte...
- Ciertamente. En el primer contacto que tuve con Cáritas Diocesana pude ver que estaba desbordada. Aparecen casos de personas que lo han tenido todo y que tienen que ir a Cáritas a pedir comida. Esa es la pobreza más grande.
- Con la crisis del sector bodeguero se comenzó a hablar en Jerez del 'pobre de bodega', el indemnizado que se gastó todo el dinero...
- El caso que nos encontramos ahora es el de la pareja que han trabajado los dos, que ha disfrutado de dos nóminas, que tienen una hipoteca importante y que ahora están despedidos. Tienen un techo y nada más. ¿Qué hacen ahora? Cáritas está ahí, aguantando el tirón, a pesar de que nunca llegamos pues siempre nos quedamos cortos. Se solucionan casos a diario, de forma constante.
- ¿Le costó mucho dar el sí a ser obispo de Jerez?
- Ni mucho menos. No es cuestión de pensárselo. A ti te comunican la decisión del Santo Padre. Es verdad que uno siempre tiene la libertad para decir que no, al igual que me lo pueden decir a mí si mando a alguien a tal o cual servicio, pero hay algo importante a tener en cuenta: tú no te metes a sacerdote para decir "no", sino para servir a la Iglesia.
- ¿Cuándo empezó a notar la responsabilidad del cargo?
- La responsabilidad empieza a notarse rápido, desde que te lo dice el nuncio del Papa. La responsabilidad es grande. Cuando te lo comunican te supera la responsabilidad pero, de otro lado, ves también la fidelidad de Dios, la forma en que sigue contando contigo. Además, tienes la certeza de que la gracia divina estará ahí ayudándote.
- Estudió Medicina. ¿Llegó a ejercer?
- Pues sí, ejercí en servicios de Urgencias, en una casa de socorro, de médico de pueblo, también en el ambulatorio e incluso en el hospital militar de San Fernando. Siempre lo hice en sustituciones de verano tras acabar la carrera con 22 años.
- La medicina, el sufrimiento del ser humano y Dios. Una combinación, cuando menos, difícil...
- El dolor y el sufrimiento pueden llegar a ser causa de negación de Dios, hay personas que así lo padecen, pero hay que tener en cuenta que Dios se reveló en una cruz dándole de esta forma sentido al sufrimiento. Esa experiencia como médico te demuestra que no es lo mismo ver sufrir a personas con fe, con un sentido cristiano del sufrimiento. Dios saca vida hasta de la muerte. Un hombre sin comer aguanta varias semanas, sin beber apenas vive unos pocos días, pero sin esperanza no dura ni dos minutos. Todos los que nacemos tenemos dentro la semilla de la muerte, simplemente porque la vida implica muerte. Eso sí, si no existiera la muerte habría que ver hasta qué punto esta vida tendría tanta fuerza como tiene.
- El inicio de la vida es un punto de debate con motivo de la ley del aborto.
- La Iglesia dice que la vida nace en el momento de la concepción, también lo dice la ciencia. El problema es que hay quienes no quieren escuchar siquiera a la ciencia porque quieren hacer una ideología. Hasta algunos científicos han abandonado la razón científica para ir detrás de una ideología. Hoy en día la ciencia cada vez puede negar menos que la vida humana nace en el preciso momento de la concepción. Con avances de ciencias tales como la genética o la embriología cada día se puede negar menos. No se puede decir como dicen algunos que se trata de un amasijo de células, que es un ser vivo pero no un ser humano. Mire usted: eso no es científico, eso es una ideología suya que, además, usted desea imponer. La realidad es la realidad. La ciencia es una realidad empírica y es precisamente por eso por lo que la Iglesia pide recuperar la razón científica. Por eso sentó tal mal el manifiesto firmado por tantos científicos ateos y no ateos, porque un científico no puede decir que no hay vida con la ciencia en la mano. Si por el contrario lo dice en un manifiesto ideológico yo me callo. ¡Pero, por favor, no me diga que eso es ciencia!
- Parece que las relaciones Iglesia-Estado pasan por uno de sus peores momentos en la actualidad...
- No, no. Eso no es verdad. Ya hubo una tensión muy grande cuando gobernaba Aznar. Fue con motivo del problema vasco, cuando quiso que firmáramos el manifiesto contra el PNV. Hubo una tensión muy grande, tanto que incluso hubo ministros contra los obispos. Los obispos también hablaron contra la guerra de Iraq, tanto fue así que hasta se les elogió desde el Parlamento, algo que se puede comprobar en el diario de sesiones. El problema entonces no fue que los obispos hablasen, sino que lo hicieran desde un plano ético. La guerra de Iraq fue una guerra injusta. ¿Y qué sucede hoy en día? Pues que se quiere llevar el debate sobre el aborto y la eutanasia al campo de la ideología y de las creencias cuando no es así, pues se trata de un debate de justicia.
- Abunde sobre dicha cuestión: debate de justicia...
- Lo que está sobre la mesa es si todos los seres humanos tienen la misma dignidad, ya que al parecer hay quienes sostienen que ésta depende de la edad. Dicen que un feto a los tres meses no tiene dignidad. ¿A los tres meses y cinco días... qué sucede? ¿Ya tiene dignidad entonces? Y te dicen: sí, ahora sí. ¿Y cuál es el criterio? Me hace gracia que los ideólogos hablen ahora de alma cuando la iglesia habla ahora de ciencia. La ciencia es ante todo demostrable. La verificación lo es todo para la ciencia. Si usted me dice que hasta los tres meses no hay vida humana usted me lo debe demostrar. Otra cosa es que lo que usted me refiera a mí sea una afirmación ideológica. Ya veré yo si es usted coherente, que no lo es, pues deberá decirme con las ecografías en la mano qué diferencias hay entre un feto de tres meses y una semana y otro de tres meses y tres semanas. ¿Qué ha visto usted para determinar que uno tenga dignidad y otro no? Para colmo de los colmos me dicen encima que si es síndrome de Down no tiene dignidad ni siquiera hasta los nueve meses, porque se puede abortar hasta entonces.
- ¿Qué opinión le merecen los denominados 'bautismos civiles'?
- ¿Que un concejal le tenga que reconocer la ciudadanía a un nacido? Vamos a ver, el recién nacido tiene la ciudadanía por sí mismo, nadie se la tiene que reconocer. Aquí se quieren confundir la churras con las merinas. Quieren meter a una concejalía de por medio para que reconozcan una ciudadanía ya reconocida. No se necesita ese reconocimiento. Para ser socio del Xerez necesito el carné, para ser jerezano no me hace falta carné alguno. Para ser socio del Xerez me apunto libremente y acato las condiciones del Xerez y pago, si hay que pagar, tal o cual partido. ¿Qué es lo que se pretende con estos bautizos? ¿Fomentar el bautismo o ridiculizar una creencia? Esa es la cuestión, la cual dejo a la interpretación de cada cual.
- Una de las particularidades del cargo de obispo es que carece de plazo. Usted no sabe cuánto tiempo estará en Jerez para llevar a cabo sus planes...
- En absoluto. Yo sí sé el tiempo que voy a estar de obispo de Jerez...
- ¿Hasta cuándo?
- Toda mi vida. Cuando yo me hice sacerdote, excepto el pasajero paso por Roma para hacer el doctorado, siempre he dicho que allí a donde voy me quedaré para toda mi vida.
- ¿Cuál será su línea de trabajo?
- Ahora mismo me encuentro en la fase de conocer la Diócesis. Eso es lo primero. Mi primer objetivo es conocer el clero, las religiosas y todas las realidades de la Diócesis. Si quiere que le adelante algo tan sólo le digo que estamos aquí para evangelizar, evangelizar y evangelizar, además de para hacer presente a Cristo. Eso sí que lo tengo claro.
- Pese a ello imagino que en estas semanas alguna conclusión habrá sacado...
- Una conclusión sí que he sacado. Aquí en Jerez hay una Iglesia viva, una Diócesis viva y unas cofradías muy vivas. El hecho de que estemos vivos ya es de por sí una alegría, pero eso no significa que no nos queden cosas por hacer. Todo lo contrario. En esta ciudad se palpa esa Iglesia viva de la que le hablo. Solamente viendo una celebración como la de mi ordenación se comprueba que es así. Un coro como el que allí cantó no se da si no es en una iglesia viva.
- ¿Es la falta de vocaciones uno de los grandes problemas de la Iglesia actual?
- Evidentemente hay falta de vocaciones. Está claro, pero gracias a Dios sigue habiendo seminaristas. Y más que vendrán.
- La edad media del clero es muy elevada...
- Yo particularmente no tengo preocupación porque estos asuntos los lleva el de arriba y Él sabrá lo que va marcando. Indiscutiblemente, la situación nos tiene que llevar a reflexionar. Nosotros somos los pinceles, pero el artista es Dios. Yo no soy artista, soy un simple pincel. Lo que tenemos que hacer es ponernos las pilas y no quedarnos conformes con nada. El cristiano es aquella persona que tiene que dormir acogido en la misericordia de Dios todas las noches porque sabe que un día más no ha dado la talla.
