(InfoCatólica) En un escrito titulado «La inusitada efervescencia» y publicado en Ecclesia, el obispo de Teruel critica a los sacerdotes que, debido a la epidemia y la cuarentena, «se han puesto muy nerviosos y nos han llenado los medios habituales, con los que nos solemos comunicar, de oraciones, llamadas a rezar». A su juicio, hacerlo es equivalente a tratar «a las personas creyentes como que no supieran rezar y deben de depender del clero para hacerlo».
Tampoco le gusta que los sacerdotes ofrezcan «la posibilidad de seguir la Misa por streaming, es decir en directo vía web», o que envíen «link, o sea un enlace o conexión, para poder ver el Santísimo expuesto». Según el obispo, los servicios religiosos de las televisiones y las radios son suficientes, «tanta Misa por las pantallas mantiene a las personas en la pasividad de mirar» e incluso podría ser un intento de «justificar nuestro sacerdocio».
En ese sentido, Mons. Antonio Gómez Cantero ha afirmado que «los creyentes son personas adultas, y se saben sacar las castañas del fuego, aunque muchas veces no los tratemos así». De nuevo, critica a los sacerdotes que tienen «miedo al vacío, si no se nos ve o se nos escucha, y olvidamos que una de nuestras tareas es la oración por los demás, o vicaria. Tendremos que medir cuánto hay en todo este despliegue mediático de un afán insuperable de protagonismo».
En su lugar, el prelado ofrece ejemplos de personas que «se han reunido para leer la Palabra y orar», se han «encerrado en su habitación» para leer «el evangelio de cada día» y guardar «un silencio reparador» o han rezado con la Biblia o el rosario. En su opinión, «una pantalla nunca te ayudará a recogerte» y «la Santa Misa es muy grande para ser vivida en comunidad, las emitidas solo son para las personas enfermas e impedidas». No explica, sin embargo, por qué el hecho evidente de que la cuarentena impide asistir a Misa es diferente del estar «impedido» para hacerlo por otras razones.
Asimismo, el prelado critica a los sacerdotes que han «salido a dar un paseo por las calles con la custodia, como si se tratara del Corpus Christi», sugiriendo que lo hacen sin permiso. Otros obispos, sin embargo, tienen una opinión distinta, como Mons. Strickland, obispo de Tyler (Texas, Estados Unidos), que hace una semana se revistió y, acompañado por un diácono, llevó el Santísimo en una custodia al cruce más importante de la ciudad para bendecir a sus fieles, además de urgir a todos los sacerdotes a que hicieran lo mismo en sus poblaciones respectivas. Hoy mismo, el obispo de Getafe, ha bendecido con el Santísimo, a la diócesis y al mundo.
Asimismo, Mons. Antonio Gómez Cantero señala que hay unanimidad entre las «personas creyentes» a favor del cierre de las iglesias y la suspensión del culto público en las iglesias. En su opinión, solo están en contra de esa decisión las personas «que han hecho de su fe una costumbre atávica». En ese sentido, sugiere que el deseo de asistir regularmente a Misa o al menos verla retransmitida por televisión es un tipo de «consumismo de lo religioso».
Sin embargo no explica por qué el Papa decidió reabrir las parroquias de su diócesis, Roma, o que en la Basílica de San Pedro hay misa con pueblo, guardando las medidas sanitarias, o, simplemente, por qué el Santo Padre decidió emitir, de modo extraordinario, la Santa Misa en Santa Marta todos los días.
Mons. Antonio Gómez Cantero es obispo de Teruel y Albarracín desde 2017 y fue ordenado sacerdote en 1981 por Mons. Nicolás Castellanos, que en aquel entonces era obispo de la diócesis de Palencia. Es licenciado en Teología bíblica por el Instituto Católico de París.