(P. Ginés/La Razón/PD/InfoCatólica) Antes del año 2000, diversas parroquias episcopalianas de Estados Unidos y de Canadá habían ido abandonando la Iglesia Episcopaliana: en 1976, cuando se aprobó el clero femenino; en 1989, cuando se ordenó la primera obispa episcopaliana; en 1994, al negar el episcopalianismo las terapias para dejar la homosexualidad.
En estos últimos años, las cuatro diócesis, Pittsburgh, Quincy, Fort Worth y San Joaquín, que contaban con 240 parroquias, empezaron las negociaciones con los que se habían separado antes y así ha nacido la nueva Iglesia Anglicana de Norteamérica, fruto de la unión de 12 organizaciones anglicanas descontentas.
Cuenta con 670 parroquias en Estados Unidos, 50 en Canadá y presencia misionera en Kenia, Uganda y Sudamérica. Se organizará en 28 diócesis y el obispo de Pittsburgh, Robert Duncan, pasa a ser el arzobispo de la Iglesia Anglicana de Norteamérica.
La nueva iglesia está muy satisfecha de que su código de derecho canónico tiene sólo 33 cánones, frente a las 170 páginas de reglamentos que tenían como episcopalianos. Ahí queda plasmada su doctrina moral: el sexo debe reservarse sólo para el matrimonio, el matrimonio es la unión de por vida de un hombre y una mujer (con muy contadas excepciones que declararían nula esta unión), la vida humana debe protegerse desde la concepción hasta la muerte natural y no habrá mujeres obispo.
Algunas diócesis (una cuarta parte) mantendrán clero femenino, pero la mayoría no ordenará mujeres. Atrás queda el acoso sistemático que desde 1997 la Iglesia Episcopaliana ejecutó sobre las comunidades que se negaban a admitir sacerdotisas.
La nueva iglesia ya ha sido reconocida por nueve provincias de la Comunión Anglicana, incluyendo cinco de África, conservadoras, donde vive la mayoría de los anglicanos del mundo. Estas provincias trabajarán para que episcopalianos y anglicanos del Reino Unido acepten a la nueva iglesia como una provincia más de la Comunión Anglicana.
Apoyos de líderes protestantes evangélicos
Destacados líderes del protestantismo evangélico estadounidense han aplaudido la iniciativa de los episcopalianos conservadores de separarse de los liberales.
Entre los apoyos destaca el del pastor Rick Warren, que entrevistó a los dos candidatos a la presidencia de los EEUU en las últimas elecciones, quien expresó solidaridad con los cientos de conservadores anglicanos que formaron ACNA en su intervención en su Asamblea inaugural en Bedford, Texas ante 800 asistentes.
Warren animó al grupo a avanzar en el viaje que han emprendido y a avanzar a pesar de los retos. "Hoy mi corazón está gozoso por ustedes. Si queremos que Dios bendiga a la ACNA, entonces poner en nuestra agenda la agenda de Dios".
El pastor manifestó que con esta división no cree que Dios ha llamado a la ACNA a ser un "grupo reaccionario, En primer lugar ustedes no se separan de ellos (de la Iglesia Episcopal)", expresión que originó una ola de "amén" de los conservadores que piensan que la Iglesia Episcopal se ha apartado de la tradición anglicana y de la ortodoxia cristiana.
Warren ha ofrecido apoyo a los conservadores anglicanos desde que a principios de este año el Tribunal Supremo de California declaró que una parroquia en Newport Beach podría perder sus bienes si se separaba de la Iglesia Episcopal.
Durante su intervención el pastor evangélico recordó a los anglicanos que "se puede perder las posesiones pero no se pierde el pueblo". "La Iglesia nunca ha sido un edificio. Cristo no murió por una propiedad", expresión que hizo despertar aplausos.
Warren además invitó a la ACNA a seguir el modelo de ministerio de Jesús no sólo ganando personas para Cristo, sino también desarrollar discípulos maduros. "Tenemos un mensaje que no cambia en un mundo que está evolución constante... Si quieren la bendición de Dios no oren diciendo "Dios bendice lo que estamos haciendo". Más bien oren diciendo "Dios ayúdanos a hacer lo que tu bendices´".
Y para concluir quiso resumir su mensaje enfatizando "Un gran compromiso para con el Gran Mandamiento y la Gran Comisión hará que crezca una gran comunión".