(Aica) No hay derechos que valgan menos que otros, expresó con firmeza el representante de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, impugnando el contenido del último Informe dedicado a «La libertad religiosa o de creencias y la igualdad entre los sexos»: se trata de un texto, afirmó, que no refleja la realidad social y cultural de muchos pueblos, en particular en lo que respecta a la discriminación sufrida a causa de las diferencias de creencias.
En particular, el Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra expresa «gran preocupación» por el hecho de que «numerosas referencias» en el documento recomiendan que «la libertad de religión, de creencias y de objeción de conciencia» sea secundaria con respecto a otros «llamados derechos humanos», especialmente los que expresan «una especie de 'colonización ideológica' por parte de algunos Estados e instituciones internacionales», según detalla la información de VaticanNews.
«En este aspecto», reitera el arzobispo Jurkovič, el informe presentado es «al menos en parte un ataque a la libertad de religión, creencia y conciencia».
Concretamente, el punto crítico del Informe es el documento A/HRC/43/48, dedicado al tema «Libertad de religión o de creencias e igualdad de género»: en él, subraya el prelado, el documento «parece centrarse en la promoción de una visión de la sociedad humana que no es compartida por todos y que no refleja la realidad social, cultural y religiosa de muchos pueblos, más que en la protección de hombres y mujeres, de cualquier fe o creencia, perseguidos o discriminados».
Defender el derecho a la libertad religiosa
Todo esto - «ironía del destino», señaló monseñor Jurkovič - justo después de que el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar firmaran el Documento sobre la Hermandad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común el 4 de febrero de 2019, en el que se invita a los líderes mundiales a trabajar para difundir una cultura de tolerancia y coexistencia pacífica.
A pesar de ello, el Informe «no hace referencia a los esfuerzos realizados por los representantes religiosos para intervenir lo antes posible a fin de detener el derramamiento de sangre inocente y poner fin a las guerras».
Recordando, pues, que «la Santa Sede siempre ha entendido el 'género' según la costumbre ordinaria y generalmente aceptada basada en la identidad biológica masculina y femenina», el Observador Permanente citó el discurso del papa Francisco en la audiencia del Cuerpo Diplomático el 7 de enero de 2019, en el que el pontífice se refiere a «la creciente preponderancia en las organizaciones internacionales de potencias y grupos de interés que imponen sus propias visiones e ideas, desencadenando nuevas formas de colonización ideológica, no pocas veces irrespetuosas de la identidad, la dignidad y la sensibilidad de los pueblos».
«Es bastante desagradable -concluyó el Observador Permanente- pero cada vez menos sorprendente, dada su frecuencia, que un informe de las Naciones Unidas, que debería defender el derecho humano fundamental y universal a la libertad de religión, de creencias y de objeción de conciencia, ataque ahora la misma realidad que está llamado a defender».