(Aci Prensa) En un video mensaje publicado por la plataforma provida Que Viva México, el Cardenal Sandoval Íñiguez señaló que «lamento que muchas instituciones hayan dado su aprobación», y dijo que entre ellos se encuentran «los obispos».
«Yo lo lamento. Yo creo que los obispos tenemos necesidad de estar informados de lo que pasa en el mundo y escuchar a nuestros laicos, oírlos, ellos saben más que nosotros de lo que ocurre en las calles de este mundo de Dios», dijo.
«Los que están a favor de la vida, los que están en contra del aborto, los que están a favor de la familia. Tenemos muchos luchadores entre los laicos. Hay que escucharlos y preguntarles qué piensan de lo que va a suceder, para no dar nuestra opinión, digamos, a ojos cerrados», añadió.
La convocatoria al paro nacional de mujeres fue realizada por el colectivo feminista mexicano «Las Brujas del Mar», que promueve además la legalización del aborto en México.
En una publicación del 12 de diciembre de 2019, «Las Brujas del Mar» usan además para su agenda proaborto una imagen de la Virgen María con un pañuelo verde colgado al cuello, acompañada de la leyenda «Hasta a la Virgen le preguntaron si quería ser madre».
El Episcopado y diversas instituciones y universidades católicas anunciaron su apoyo al paro convocado por las feministas proaborto. La CEM rechazó una entrevista con ACI Prensa para explicar las razones que llevaron a los obispos de México a tomar esa decisión.
El Cardenal mexicano aseguró que «hay que decir no al día 9 de marzo, a esa propuesta de manos caídas de todas las mujeres en protesta por el maltrato que reciben las mujeres».
El Purpurado señaló que «es lamentable» el maltrato contra «un ser humano cualquiera que sea», tanto «el niño en el seno de su madre» y «que a una niña se le viole y se le despedace, muy lamentable».
Además de denunciar la prostitución a la que son sometidas muchas mujeres, el Arzobispo Emérito de Guadalajara también rechazó la violencia de aquel esposo que «por tener más fuerza física tome a golpes a la mujer».
«Debemos lamentar cualquier asesinato, cualquier maltrato de un ser humano, como cristianos, como creyentes», dijo.
Sin embargo, precisó, quienes organizan el paro nacional del 9 de marzo «son las del pañuelo verde, y esas de la pañoleta verde son partidarias, promotoras del aborto, organizadas y pagadas desde afuera».
«Ya desde ahí, la jornada está viciada en su raíz, porque la finalidad que se proponen no es defender el derecho de la mujer, su derecho y su dignidad, sino promover, ganando espacios políticos, fuerza política, promover ante las autoridades que se legisle en favor del aborto, abrirle camino al aborto», dijo.
El Cardenal Sandoval Íñiguez señaló que otra razón importante para rechazar el paro organizado por las feministas proaborto es que buscan «enfrentar a los hombres y a las mujeres, que se odien, que se aborrezcan. Y eso va en contra de la naturaleza misma del plan de Dios, que los hizo varón y mujer para que se ayudaran y complementaran, no para que se opusieran».
«Ahí está la dialéctica del marxismo», advirtió, y señaló que este modo de actuar «es perverso, porque en lugar de unir y buscar cooperación hace divisiones, y las divisiones son desastre y ruina de familias y de pueblos».
El Purpurado subrayó que «hay reclamos justos de las mujeres», entre ellos el drama de «la trata de blancas, (que) es un negocio infame que tiene muchos siglos, que se ha incrementado en los últimos tiempos de una forma bárbara seguramente con la vista gorda, ciega, de las autoridades o su cooperación y participación».
El Cardenal mexicano subrayó que «la única religión que ha dado a la mujer su dignidad, porque viene de Dios, es el cristianismo, que ha dicho: la mujer como el hombre son creados por Dios, a imagen y semejanza de Dios».
Además, recordó, la Iglesia ha exaltado «a la creatura más bella que salió de las manos del Creador, la Virgen María. Es la creatura más grande, más santa y es una mujer».
Recientemente, la plataforma provida Que Viva México convocó a las mujeres mexicanas a rechazar el paro nacional organizado por feministas proaborto y, en su lugar, organizar jornadas de Adoración Eucarística el 9 de marzo, para pedirle a Dios «que pare la violencia en México no solo contra las mujeres y las niñas sino contra los bebés, contra los bebés en el vientre de sus madres, contra todo varón que es asesinado brutalmente porque toda vida importa, toda vida vale».