(CNA/InfoCatólica) «Los pastores y los líderes de la iglesia deben ser claros acerca de las enseñanzas de la iglesia, al mismo tiempo que deben abstenerse de emitir juicios, teniendo en cuenta la complejidad de las situaciones vividas de las personas. Siempre estamos llamados a la compasión mientras viajamos con nuestra gente. El objetivo final de caminar juntos en la fe es ayudar a las personas a aceptar la plenitud del mensaje del Evangelio e integrar la fe más profundamente en sus vidas», dijo Mons. Paul Etiennem, arzobispo de Seattle, en un comunicado el 19 de febrero.
«Quienes enseñan en nuestras escuelas deben mantener nuestra enseñanza en el aula y modelarla en sus vidas personales. Reconocemos y apoyamos el derecho de cada individuo a tomar decisiones. También entendemos que algunas opciones tienen consecuencias particulares para quienes representan a la iglesia de manera oficial», agregó el arzobispo.
El comunicado llegó después de que Michelle Beattie y Paul Danforth, hasta ahora profesores del Kennedy Catholic High School en Burien, Washington, renunciaran voluntariamente la semana pasada, según los responsables de la escuela, aunque los maestros han contratado los servicios de un abogado. No han emprendido acciones legales contra la escuela y aún no se han pronunciado públicamente, pero su abogado dijo que los maestros esperaban que la Archidiócesis de Seattle les despidiera de sus puestos de trabajo.
La escuela hizo público otro comunicado la semana pasada en la que elogiaba a los maestros como «altamente capacitados, dotados y calificados que han servido a nuestra comunidad con dedicación y humildad. Sus estudiantes y toda la comunidad sentirán profundamente su pérdida. Estamos agradecidos a Paul y Michelle por sus años de servicio».
Algunos estudiantes de la escuela secundaria organizaron una sentada y una huelga el 18 de febrero en apoyo de los maestros. Los estudiantes, así como los padres y ex alumnos de la escuela, también organizaron una protesta frente al arzobispado de Seattle.
Michael Prato, presidente de Kennedy Catholic, dijo en otro comunicado que los dos maestros se le acercaron en noviembre de 2019 para compartir su deseo de casarse civilmente con sus parejas del mismo sexo.
Los maestros habían firmado voluntariamente un acuerdo para «vivir y profesar la fe católica de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia», dijo Prato. A la luz del acuerdo que firmaron, ambos decidieron renunciar.
«Contraté a estos maestros y me preocupo mucho por ellos. Todavía lo hago. Quería asegurarme de que se sintieran apoyados, por lo que discutimos varias opciones, incluida la posibilidad de terminar el año escolar» añadió Prato.
Además indicó que les dio a los maestros la opción de seleccionar la fecha en que querían renunciar, y ambos respondieron que deseaban renunciar antes de las vacaciones de invierno en febrero. Igualmente aseguró que elaboraron un plan de transición y un paquete financiero para los maestros.
En los Estados Unidos, varias escuelas y diócesis católicas han enfrentado demandas judiciales de empleados que han sido despedidos después de contraer matrimonios civiles entre personas del mismo sexo en violación de la política diocesana o escolar.