(Asia News) Según Widodo, el paso subterráneo alentará la fraternidad entre las dos comunidades religiosas. Ayer, durante la inspección de las obras de restauración de la mezquita,, Widodo declaró ante los cronistas: «Este será un túnel ‘de la amistad’. Alguien aconsejó construir una conexión entre los dos lugares de culto. La idea contó con mi aprobación. La gente ya no tendrá que cruzar la calle».
En compañía del presidente estuvo Pratikno, ministro de la Secretaría de Estado; el ministro de Asuntos Religiosos, Fachrul Razi; y el ministro de Obras Públicas y Vivienda social, Basuki Hadimuljono. Las obras para la renovación de la mayor mezquita del Sudeste asiático comenzaron en mayo del 2019; Widodo espera concluirlas antes del Ramadán del 2020 (que comenzará el 23 de abril). Para esta empresa, el gobierno ha destinado un total de 475 millardos de rupias (31,7 millones de euros).
La Gran mezquita de Istiqlal siempre ha sido considerada por los indonesios como un símbolo de «diálogo interreligioso», porque quien la construyó fue el arquitecto cristiano Frederich Silaban, entre los años 1961 y 1978. Sukarno – padre de la patria y primer presidente indonesio – quiso que la mezquita se levantase frente a la catedral de la Asunción y de la Immanuel Church, protestante, para representar la unidad del pueblo indonesio, la armonía religiosa y la tolerancia.
Cada año, con ocasión de las principales festividades musulmanas y católicas, en la mezquita y en la catedral tienen lugar numerosas iniciativas de amistad y diálogo entre las dos comunidades, que no se limitan a meras visitas de cortesía. Por ejemplo, en el día en que el país islámico más poblado del mundo se detiene para celebrar el Eid al-Fitr, el Card. Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, arzobispo de la capital, suele modificar los horarios de las misas para que los musulmanes puedan utilizar el aparcamiento de la catedral. En Navidad y en Pascua, los miembros de las dos organizaciones islámicas moderadas más importantes (Nahdlatul Ulama y Muhammadiyah) se ponen a disposición para garantizar la seguridad de la iglesia y de los fieles.