(La Nación/InfoCatólica) Habían pasado más de tres horas de la finalización del encuentro entre Alberto Fernández y el Papa cuando a la bandeja de entrada de correo electrónico de Francisco llegó un email del presidente argentino. «¿Cómo es esto?», pidió explicaciones el mandatario, y le envió adjunto el comunicado del Vaticano que informaba que durante su visita al Palacio Pontificio se había hablado sobre el aborto. Fernández acababa de negarlo de forma expresa en la conferencia de prensa que dio en la embajada argentina, después de la audiencia en la Santa Sede.
- No hablamos de eso- insistió el presidente en el email.
- Ya lo mando a corregir- respondió pocos minutos después el Papa, según relataron en la delegación argentina.
Fue un momento de tensión después de un encuentro cálido y productivo, de acuerdo con la evaluación coincidente de la Casa Rosada y del Vaticano. El encuentro entre Francisco y Fernández había quedado, en ese punto, sumergido en una confusión comunicacional. ¿El Presidente había ocultado uno de los tramos más sensibles del diálogo con Francisco?
L a explicación llegó unos minutos más tarde. Primero, Fernández aclaró que el tema se había tocado en la reunión que mantuvo con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, algo que también había negado durante la conferencia de prensa. «Parolin me manifestó su preocupación por el tema y me recordó que la posición de la Iglesia siempre es la defensa de la vida desde la concepción», dijo Fernández a La Nación.
Después, la Oficina de Prensa del Vaticano difundió un inusual mensaje destinado a los periodistas que cubrieron el encuentro: «No todos los temas citados en el Comunicado de Prensa sobre la Audiencia con el Presidente de la República Argentina han sido afrontados en todas las conversaciones: algunos han sido examinados en el curso del encuentro con la Secretaría de Estado, otros en el marco del encuentro con el Santo Padre», dice el texto, firmado por el director de esa dependencia, Matteo Bruni, que había recibido un reclamo del secretario de Comunicación argentino, Juan Pablo Biondi.
Traducción: el Vaticano confirmó, en coincidencia con lo manifestado por Fernández, que el planteo sobre el aborto surgió durante el encuentro con Parolin, y no en la audiencia con el Papa.
En el comunicado de la Santa Sede se señaló que durante los encuentros mantenidos en el Palacio Pontificio se habían examinado distintos «problemas del país», «con especial referencia a la crisis económica financiera, la lucha contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico, la promoción social, y la protección de la vida desde su concepción».
Fernández no se quedó callado ante la tesis de Parolin. «San Agustín y Santo Tomás dicen otra cosa» (sic), sostuvo, retomando argumentos de la materia que dictaba en la Facultad de Derecho referida a la conveniencia jurídica de la despenalización del aborto. Dicha tesis fue replicada convenientemente por Mons. Héctor Aguer, arzobispo emérito de La Plata. La conversación derivó hacia otros temas, siempre según fuentes de la delegación argentina.
El presidente retomó la cuestión minutos después, detallaron en la comitiva, cuando Parolin manifestó su preocupación por la disminución de fieles católicos en la Argentina y el crecimiento de las iglesias pentecostales. «Ellos también se oponen a la legalización del aborto, pero están a favor de los métodos de prevención del embarazo», advirtió Fernández, antes de destacar el trabajo de los curas villeros promovidos por Francisco.
La postura dell Vaticano, como cabía esperar no cambia en nada la posición del Gobierno sobre la legalización del aborto. «Ya lo hablé y voy a cumplir con mi palabra. Mi palabra no es volver a abrir una brecha entre verdes y celestes. Mi palabra es darle la posibilidad a la mujer que quiera abortar a hacerlo legalmente, y ayudar a quienes quieran tener a sus hijos. Ese es mi trabajo», respondió Fernández en el encuentro con los perioditas.