(ECCLESIA) Desde este lunes 27 de enero y hasta el viernes 7 de febrero Educación abre el plazo para que los padres puedan apuntar a sus hijos a la asignatura de Religión en las escuelas públicas. Coincidiendo en el tiempo con la fecha para reservar matrícula en los colegios e institutos tanto públicos como concertados, padres y alumnos tendrán la oportunidad de elegir la asignatura de Religión para que figure entre sus materias escolares anuales. La Iglesia en Vitoria, y en su nombre Txomin Gómez, responsable de Educación de la diócesis de Vitoria, llama a padres y madres, y también a los propios alumnos, a «seguir adquiriendo los conocimientos, valores y aportaciones que el cristianismo ha realizado y realiza en nuestra cultura europea y en la vida personal de cada uno». Para Gómez, «las raíces de la Europa de hoy se encuentran en su tradición humanista emanada de valores cristianos, los cuales debemos promocionar entre las nuevas generaciones».
La Iglesia entiende que los padres son los responsables fundamentales de la educación de los hijos y han de velar por ella, incluida la educación religiosa y moral. «Será el equilibrio corresponsable entre la casa, la parroquia y la escuela y nada más la que potencie la sensibilidad por lo religioso y haga desarrollar en el alumno inquietud en este sentido» añadiendo que lo que se busca con esta materia en las escuelas es «tener un conocimiento más completo del mundo, pudiendo despertar el interés por las artes dentro del mundo de la música, la arquitectura o la pintura o por lo humano y social en ámbitos del tercer sector o de la cooperación internacional por poner algunos ejemplos». El responsable de Educación de la Diócesis señala que «esta asignatura no sustituye al Seminario ni pretende ser una catequesis, como algunos creen sino que sirve para trasladar una temática humanista que ninguna otra asignatura cubre y que es la base de la democracia europea». «Generar sociedades tolerantes, libres y respetuosas va unido a tener personas formadas con amplios conocimientos en todas sus facetas y eso incluye la religión como realidad visible en nuestro territorio, en Occidente y en todo el mundo».
Por ello, la Gómez insiste en la «incumbencia de los padres en la educación y formación de sus hijos y no únicamente a las instituciones públicas». La eliminación de este derecho de los padres o la imposibilidad de elegir libremente el centro educativo para sus hijos «debilitarían significativamente nuestras libertades al dejar sin la opción de elección a muchos alumnos que buscan ampliar sus conocimientos». Es clave y positivo «mostrarse abierto a la educación religiosa, con todo lo que ello implica de cultura, política o historia del mundo». Además, recuerda a los padres que «no se dejen frenar por trabas o dificultades administrativas que pueden encontrar en algún centro educativo a la hora de intentar apuntar a sus hijos a la asignatura de Religión, como algunos padres nos hicieron llegar en los últimos años».