(RTL/InfoCatólica) Ante el debate sobre la defensa del celibato por parte de Benedicto XVI en el libro que ha escrito junto con el cardenal Sarah, el obispo de Erfurt abogó por una interpretación más flexible del celibato de los sacerdotes. «No es una ley eclesiástica inmutable», dijo el obispo Ulrich Neymeyr en una entrevista con la Deutschen Presse-Agentur.
El prelado sijo que da «la bienvenida al celibato y creo que tiene sentido conectar esta forma de vida con el sacerdocio, pero no es una conexión esencial».
Según Mons. Neymeyr siempre ha habido ministros casados en la iglesia: «Pedro también se casó». Lo que no indica el obispo es que precisamente en tiempos de Cristo nadie adoptaba el celibato como modo de vida enteramente consagrada para servir a Dios y fue el Señor quien mostró ese camino (Mt 19,12), lo cual fue refrendado por el apóstol San Pablo en su primera epístola a los Corintios:
El que no está casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; el casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y está dividido. La mujer no casada y la virgen se preocupan de las cosas del Señor, para ser santas en el cuerpo y en el espíritu; la casada, sin embargo, se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.
1ª Cor 7,32-24
El prelado recordó que incluso hoy hay sacerdotes católicos casados, como es el caso de pastores evangélicos o clérigos anglicanos que ya están casados y se convierten a la fe católica. Luego pueden ser ordenados como sacerdotes sin tener que renunciar a su matrimonio.
«Y también sería feliz de poder ordenar a pastores casados como sacerdotes», dijo Neymeyr. Entre ellos están los diáconos, así como los feligreses con tareas pastorales que ya tienen experiencia atender a los matrimonios y las familias, algo que «no es tan fácil».