(Zenit) «El que se jacta no es un buen discípulo. El buen discípulo es humilde, gentil, hace el bien sin ser notado», dijo el Papa Francisco en el Ángelus que presidió en la Plaza de San Pedro en el día de ayer 12 de enero de 2020.
«En la fiesta del Bautismo de Jesús, redescubrimos nuestro Bautismo», subrayó el Papa, evocando la fiesta del día, concluyendo el tiempo de Navidad: «Somos hijos amados: ¡el Padre nos ama a todos! – Objetos de la alegría de Dios, hermanos de muchos hermanos, investidos de una gran misión para testimoniar y anunciar a todos los hombres el amor infinito del Padre».
«Festejen en su corazón la fecha de su Bautismo cada año», también recomendó el Papa. «Háganlo. También es un deber de justicia para el Señor que ha sido tan bueno con nosotros».