(VaticanNews/InfoCatólica) «Han quemado el templo, pero no quemaron la comunidad, no quemaron la fe» dijo monseñor Silva durante la homilía de la misa en la que participaron el nuncio apostólico en Chile, Mons.Alberto Ortega Martín, los obispos auxiliares del archidiócesis de Santiago, los capellanes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, el Director general de Carabineros y cientos de oficiales y civiles.
En un altar improvisado ante las puertas quemadas de la Iglesia, el obispo castrense reflexionó sobre «la violencia, las ansias justas de la gente, la falta de diálogo, la falta de respeto a las personas y a las instituciones», que se han desatado con las manifestaciones sociales y disturbios callejeros que desde octubre de 2019 tienen en jaque varias ciudades del país, en particular, el centro capitalino. «Necesitamos conversión del corazón, que el Señor, ante esta iglesia institucional de Carabineros destruida, nunca nos haga perder el anhelo de tener un Salvador para poder reconstruir nuestra sociedad, como sociedad en la justicia, en la paz, en el derecho», afirmó Mons. Silva.
La Iglesia de San Francisco Borja, construida a finales del siglo XIX y asignada a los Carabineros en 1976, fue atacada por un grupo de encapuchados que participaban en una manifestación en la cercana Plaza Baquedano. Los manifestantes sacaron sillas, muebles y biblias que fueron quemadas frente al recinto mientras el interior de la iglesia quedó completamente destruido ya que los vándalos no permitieron la acción de los bomberos para controlar el fuego.
Al finalizar la eucaristía, junto al rezo del Ave María se invitó a la comunidad a hacer el gesto de abrir y atravesar las puertas del templo quemado.