(ZENIT) El obispo de la diócesis venezolana, Mario Moronta, celebró el inicio de la Navidad con los pacientes del Hospital Central de San Cristóbal, compartiendo con ellos en la mañana del 25 de diciembre momentos de oración, y la tradicional «hallaca».
La visita al centro hospitalario fue organizada por la parroquia San Miguel Arcángel de Barrancas, cuyos fieles donaron las hallacas -comida tradicional con la cual los venezolanos celebran las fiestas decembrinas-, para compartirlas con los pacientes, familiares, enfermeros, médicos, y personal de la institución.
El obispo de San Cristóbal expresó en su saludo de Navidad que «aun en medio de las tristezas y crisis que atraviesa la nación podemos decir ̏feliz navidad˝, porque hay una razón muy importante: El Señor se hizo hombre y se metió en nuestra historia para hacernos hijos de Dios Padre, para hacer posible el amor que todo lo puede», expresó.
Mientras un grupo de aguinaldo entonaba cantos navideños a las afueras del Hospital Central, los fieles recorrían los pasillos compartiendo el plato navideño. Y el obispo visitaba a los enfermos para saludarlos, orar con ellos, y a los de gravedad administrarles el Sacramento de la Unción.
Monseñor Moronta extendió la invitación a todos los fieles a tener gestos de solidaridad fraterna con los más necesitados durante las fiestas de la Navidad.