(CNA/InfoCatólica) Uno de los participantes, John McCauley, dijo a CNA que «solo queremos que el Cardenal sepa que es amado y recordado en Navidad».
Las canciones fueron villancicos tradicionales como O Come All Ye Faithful y Once in Royal David's City, así como propios de Australia, como The Three Drovers.
Los fieles escribieron mensajes de apoyo y saludos navideños en una copia del libro de villancicos, que se dejó a Pell en la recepción de la prisión.
Después de los villancicos, un grupo de jóvenes católicos vietnamitas de Melbourne llevaron a cabo una procesión del Rosario por el perímetro de la prisión, que alberga a más de 300 reclusos. Se ofrecieron los misterios dolorosos por el cardenal, por el personal de la prisión, por los otros reclusos, por las víctimas de abuso sexual y por «la reivindicación de los derechos de la Iglesia y la exoneración rápida y completa de Su Eminencia».
Varios de los jóvenes vietnamitas que asistieron explicaron que se inspiraron en el ejemplo del cardenal Francis Xavier Nguyễn Văn Thuận, quien estuvo encarcelado por las autoridades comunistas en Vietnam durante 13 años, nueve de ellos en régimen de aislamiento. Pell y el cardenal Thuận fueron amigos hasta su muerte en 2002.
El cardenal Pell está a la espera del resultado de su apelación ante la Corte Suprema australiana por la condena que recibió por abusos sexuales, tras un proceso en el que la supuesta víctima cambió su versión de los hechos varias veces y no se admitieron pruebas que exoneraban al purpurado.