(Jornada/InfoCatólica) El número de delitos cometidos en templos católicos de México asciente a unos 27 cada semana.
La mayor parte de los actos delictivos, más del 90%, son la sustracción de dinero de alcancías, hurto de aparatos diversos u objetos litúrgicos como vasos, copones y cálices.
A ello le sigue el robo a fieles que asisten a los servicios litúrgicos, que sufren la sustracción de dinero y teléfonos móviles (celulales). Esto constituye aproximadamente el 5 por ciento de los casos principalmente debido a la inseguridad de las zonas donde se encuentran los templos.
Según el Centro Católico Multimedial, el robo de arte sacro está también a la orden del día. Las ganancias por el tráfico de dicho tipo de arte pueden ascender a 83 millones de pesos anuales y diversas hipótesis de las autoridades señalan que coleccionistas y anticuarios de Europa, Estados Unidos y Asia son los principales interesados en la búsqueda de piezas del patrimonio nacional.
De igual manera, se han registrado ataques directos «por odio a la fe donde se da la profanación de especies eucarísticas, el robo con fines sacrílegos de hostias consagradas o el desprecio y burla a los lugares sagrados por diversas conductas o manifestaciones ideológicas».