(Gaudium Press) La indignación popular suscitada en Nicaragua por el acoso policial a un templo y el ataque la Catedral de Managua en el que resultaron golpeados un sacerdote y una religiosa se expresó el pasado martes en una manifestación de los estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua. Los manifestantes intentaron salir del plantel gritando consignas como «la Iglesia no se toca» y «la Iglesia se respeta», pero fueron contenidos dentro de la institución por parte de la Policía Orteguista, por lo que se generó un enfrentamiento.
El punto más álgido de la protesta, convocada espontáneamente como respaldo al P. Rodolfo López y la religiosa Arelys Guzmán, golpeados por simpatizantes del gobierno en el interior de la Catedral, se produjo en las puertas de la universidad, cerradas por agentes de la policía.
Los antimotines forcejearon con los manifestantes, quienes respondieron arrojando agua sobre los uniformados pero no lograron abrir las puertas para llevar su protesta a las calles. Una de las participantes en la marcha, la joven activista Zayda Hernández, relató a los medios de comunicación que fue conmovida hasta las lágrimas cuando conoció sobre la agresión sufrida por el P. López.
Los estudiantes expresaron a los medios que las protestas anónimas son el único medio de expresión que encuentran ante los peligros de asedio por parte de la Policía Orteguista. Según declararon al informativo La Prensa, el gobierno «no está respetando nada, no deja ni protestar, ya no están respetando ni a la Iglesia Católica».
Con información de Fides y La Prensa.