(Asia News/InfoCatólica) El cardenal y patriarca se refirió a la crisis política que atraviesa el país y que, a un mes del inicio de las protestas contra el gobierno y de la dimisión del primer ministro el pasado 17 de octubre, está lejos de hallar una solución. El purpurado renovó su oración y solidaridad para con «el pueblo, los jóvenes, hombres y mujeres» protagonistas de esta «revuelta pacífica caracterizada por la unidad, bajo una sola bandera».
Los políticos, advierte el patriarca Raï, son los «responsables de la formación del nuevo gobierno». En el desempeño de su tarea, agregó, ellos deben ser «libres de todo interés, cuentas personales y facciones». Así mismo, expresó el deseo de que se tome «conciencia» de la grave tarea y de la «responsabilidad histórica» que les toca, en un Líbano que se encuentra al borde «del colapso económico y financiero».
El purpurado concluyó la homilía condenando el «gran crimen» que se está cometiendo «contra la patria y sus ciudadanos: «Es una traición empobrecer al pueblo y desmantelar el Estado».