(InfoCatólica) La Constitución española, en el punto tercero de su artículo 17 indica lo siguiente:
Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Y en el punto sexto:
Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales.
Sin embargo, la Ministra de Educación, Isabel Celaá, ha asegurado hoy ante el XXV Congreso de Escuelas Católicas lo siguiente:
«De ninguna manera se puede decirse que el derecho de los padres a escoger una enseñanza religiosa, o a elegir centro educativo, podrían ser parte de la libertad de enseñanza. Esos hechos, los de elegir centro, formarán parte de derechos que puedan tener los padres, madres, en las condiciones legales que se determinen, pero no son emanación del artículo 27 de la Constitución».
Y para apoyar su tesis, la ministra se ha referido a una sentencia del Tribunal Constitucional de 1981 (*). Sus palabras han causado un murmullo de desaprobación entre las dos mil personas que asisten al congreso. Se puede apreciar en el vídeo ofrecido en Twitter por la Fundación Educatio Servanda:
La ministra de Educación niega que la Libertad de Enseñanza sea constitucional... Los totalitarios atacan nuestras libertades. Y es sólo en principio. pic.twitter.com/VYBp4iWIXl
— Educatio Servanda (@EducatioServand) November 14, 2019
Luis Centeno, Secretario General Adjunto de Escuelas Católicas, ha comentado la intervención de la ministra, asegurando que sus declaraciones «han ocasionado una evidente indignación entre los 2.000 asistentes al congreso, así como uan seria preocupación porque podría constituir un primer signo o síntoma de la nueva política del partido socialista en una posible coalición con Podemos». Y en Twitter ha afirmado:
“La libertad de los padres para elegir tipo de Centro no emana del artículo 27 de la Constitución”, señala Dña. Isabel Celaá. Con el debido respeto, discrepo. Es un derecho que deriva directamente de la libertad de enseñanza, como indica el TC @ecatolicas #magister pic.twitter.com/VxiBwI2XME
— luis centeno (@lcentenoc) November 14, 2019
En el mismo sentido se ha pronunciado el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Escuelas Católicas de Madrid, Emilio Díaz:
«El mensaje de Isabel Celaá, infundado y agresivo, genera hondo malestar en los más de 2000 congresistas. Ha parecido, más bien, una “declaración de guerra” con la concertada. Está claro que plantean subsidiariedad».
Reacción de la Conferencia Episcopal Española
La Conferencia Episcopal Española ha reaccionado a las palabras de la ministra en funciones esperando que hayan sido «un lapsus». El Secretario general y Portavoz, Mons Luis Argüello ha señalado lo siguiente:
«El artículo 27 de la Constitución,leído en sus 10 puntos, es la expresión básica del pacto educativo en España con tres pilares: derecho a la educación, libertad de enseñanza y derecho de los padres.
Esperamos que, en el marco del tono cordial de la salutación de la ministra, la exclusión del derecho de los padres haya sido un lapsus. De no ser así, supondría un giro en la política educativa de extraordinaria gravedad para el derecho de los padres y la libertad de enseñanza en una sociedad tan plural que precisa unas bases educativas comunes y un desarrollo conforme a las convicciones de las familias y su iniciativa social, en el espacio público que las Administraciones han de garantizar conforme a la Constitución y los Tratados internacionales firmados por el Estado».
(*) Lo que dice la sentencia del Tribunal Constitucional de 1981.
En dicha sentencia se puede leer:
«El derecho de los padres a decidir la formación religiosa y moral que sus hijos han de recibir, consagrado por el art. 27.3 de la Constitución, es distinto del derecho a elegir centro docente que enuncia el art. 13.3 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aunque también es obvio que la elección de centro docente sea un modo de elegir una determinada formación religiosa y moral»