(Asia News) El motivo alegado para el ataque es que la comunidad cristiana no tenía los permisos necesarios para levantar muros. En diálogo con AsiaNews, los católicos se quejan por el episodio y sostienen que es «fruto de la envidia» que sienten hacia los cristianos. Naseer Masih, un catequista de la iglesia, afirma: «Los musulmanes no quieren que haya una iglesia en el pueblo, porque tienen resentimiento hacia los cristianos».
En la localidad viven unas 4.000 personas. Las familias católicas son 70, y ahora sienten una mezcla de dolor y rabia. Naseer guía las oraciones desde que se construyó el lugar de culto, en el 2007. En realidad, no se trata propiamente de un edificio, ya que la comunidad católica del lugar no dispone de fondos suficientes para construir una iglesia. Es un pequeño terreno rodeado por un muro, que fue donado por un miembro de la comunidad. Dentro se encuentra una modesta construcción donde se celebran las misas y los párrocos de las iglesias cercanas ofician la liturgia en las fiestas cristianas más importantes.
Los musulmanes se oponen a la presencia del muro. El 4 de noviembre, 50 policías llegaron hasta el portón y preguntaron a los católicos si alguna vez habían tenido problemas cuando rezaban en la iglesia. Los cristianos respondieron que jamás habían tenido dificultades. En tanto, una multitud de 60 personas se había reunido en el lugar, llevando un tractor y martillos. Con el tractor, derribaron el portón; luego, los musulmanes completaron la destrucción a fuerza de martillazos.
Al día siguiente, el personal policial – con la participación del asistente del comisario, el subcomisario y el responsable de la comisaría – convocaron a una reunión entre los cristianos y los musulmanes. La policía dijo a los cristianos que no podrían construir la iglesia hasta tanto no obtengan el permiso correspondiente del coordinador del distrito. Luego agregaron que la iglesia había sido destruida porque era ilegal.
Según Naseer, «la demolición de las propiedades de la iglesia atenta contra la ley. Además, la policía no brindó ninguna notificación de advertencia antes del incidente. Los musulmanes completaron la destrucción y la policía no hizo nada para detenerlos. Esto significa que están de su lado». «Hemos preparado todos los documentos – dice – y apelaremos la medida ante el distrito, a fin de poder construir finalmente la iglesia y que ésta sea registrada por el gobierno. Por su parte, los musulmanes hacen lo que pueden contra nosotros, y la policía conspira con ellos. Esperamos que el obispo y los sacerdotes nos sostengan en la presentación de los documentos».
Si el distrito se opone al registro de la iglesia, promete, «no nos quedará más opción que acudir a los tribunales. Además, pediremos que se apliquen penas contra los que destruyeron la iglesia».