(InfoCatólica) El fraude en las elecciones presidenciales de Bolivia ha sido evidente. A falta del recuento del 15% de los votos, se paró el mismo. Sin avisar y de forma tan sorprendente a como paró, el sistema de conteo rápido de los votos resucitó casi 24 horas después para dar la gran sorpresa: Evo Morales (46,86%) superaba la barrera del 10% de diferencia frente al opositor Carlos Mesa (36,74%) cuando sólo faltan 5% por escrutar. El resultado otorgaría el triunfo definitivo al líder indígena sin necesidad de ir a segunda vuelta.
La renuncia de Antonio Costas, vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), ha dado aún más cartas a la oposición, que denuncia un «escandaloso fraude».
Los obispos se han pronunciado.
Texto del comunicado: «Respeten la voluntad del Pueblo»
«Que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad» (1 Tim 2,2)
Una vez que el pueblo de Bolivia ha expresado su voluntad en las Elecciones Generales del pasado domingo, 20 de octubre, el Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Boliviana, exhorta a las autoridades del Tribunal Supremo Electoral Plurinacional a cumplir con su deber de árbitro imparcial del proceso electoral.
Nos parece observar, junto con muchos ciudadanos, indicios de fraude en los datos transmitidos, entre los que destacamos la total ausencia de coincidencia con el conteo rápido realizado por la empresa Vía Ciencia, junto a la sospechosa interrupción del recuento provisional de votos en la noche postelectoral, junto denuncias e imágenes de hechos, que se sitúan al margen del respeto a la legalidad.
Nos adherimos a la «fuerte preocupación y sorpresa» de la OEA en su declaración y llamado, denunciando «el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas». Llamamos a los veedores internacionales a cumplir su misión de vigilar la transparencia del proceso electoral en respeto al pueblo y a los principios de la democracia, más aún cuando uno de ellos, la Unión Europea, ha financiado el Sistema de Transmisión Rápida de Conteo, que debe ser utilizado correctamente para la veracidad del proceso y la tranquilidad de los votantes.
Exigimos, en nombre del pueblo boliviano, conocer con toda verdad y transparencia el resultado de las elecciones y que el Tribunal Electoral ejerza su alta función constitucional al servicio del pueblo, de la verdad y de la justicia.
Cualquier otro camino agrava la crisis de credibilidad en la que estamos sumidos y puede convertirse en causa de mayores males, como el de generar focos de violencia, que han comenzado a suceder esta noche en las, lamentables, imágenes que hemos podido ver o en la agresión sufrida por el Sr. Rector de la UMSA, Don Waldo Albarracín, con quién nos solidarizamos y deseamos su pronta recuperación.
Las últimas elecciones generales han confirmado, una vez más, la clara vocación democrática y el comportamiento ejemplar de nuestro pueblo. Por tanto, es crucial que también nuestras autoridades e instituciones actúen a la altura de su misión y su función institucional, dejándose iluminar por principios éticos, para preservar la democracia, único sistema de convivencia que garantiza el bien común y el progreso de una nación.
Hacemos un llamado a la paz y serenidad, la misma que es fruto de la altura con la cual nuestras autoridades deben actuar en este momento. Que Nuestra Señora de la Paz nos guie e ilumine»