(AVAN/InfoCatólica) El purpurado ha presidido el solemne Te Deum en la Catedral, con motivo del 9 d'Octubre (ndr: fiesta de la Comunidad Valenciana), tras la Misa capitular celebrada para conmemorar la dedicación y consagración de la seo a la Asunción de María.
Ante la negativa desde 2015 del consistorio presidido por Joan Ribó a que la Real Senyera entre en la catedral para el Te Deum, lo hace la de la entidad Lo Rat Penat.
Según ha indicado el cardenal en la seo, «celebrando con todos los valencianos la fiesta de la patria valenciana, presidida por la Senyera, que une e identifica, ¿volveremos a ver algún día en que todos juntos, sin separación alguna, entremos en este lugar santo para cantar ese Te Deum, como antaño?».
«Desde aquí quiero expresar mi unión y colaboración leal, la de la iglesia diocesana, a sus autoridades civiles, a sus proyectos y anhelos, a los actos de este día», ha añadido el prelado, que ha indicado que con la dedicación de la Iglesia catedral de Valencia, se celebra «haber sido restablecida la fe cristiana en Valencia, que había sido eliminada o marginada de la esfera pública».
Por ello, ha manifestado, «la acción de gracias por haber sido reavivadas sus raíces cristianas que sustentaban al pueblo valenciano y lo conducen por sendas de humanidad y del bien común. Sobre la fe en Jesucristo se edifica nuestra historia, la de nuestra diócesis, presente en la Iglesia Catedral, de identidad simbolizada en la Senyera, como signo de que Valencia está aquí, en su Catedral».
Sinodo diocesano
«Para aquellos hombres y mujeres como los del tiempo del rey Jaime I, Jesucristo era un bien más precioso que la vida, lo mejor que ha pasado a la humanidad; por ello, siento más la urgencia de reiterar esta esperanza para todos y para esto mismo he convocado el Sínodo diocesano que abriremos, el próximo día 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa, la gran santa española reformadora y renovadora del siglo XVI y de hoy mismo».
El cardenal ha subrayado que este día se celebra «de una manera muy especial la dedicación de la Santa Iglesia Catedral de Valencia, consagrada por orden del Rey don Jaime en 1238 y puesta bajo la advocación de la Virgen María».
«Desde entonces esta iglesia es la primera de la diócesis, madre y cabeza de las demás iglesias de la diócesis, y la sede del Obispo. Esta fe se propone a todos y no se impone a nadie; siempre es oferta de gracia y salvación a la libertad del hombre. Esa fe que hemos recibido es la única riqueza de la Iglesia de todos los tiempos, no puede perecer, no puede silenciarla», ha considerado.