(Gaudium Press) La Abadía de Mepkin en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, creó un programa para permitir a los hombres que desean un mayor conocimiento de la vida monástica tener una experiencia de un mes viviendo bajo las estrictas reglas de los monjes trapenses.
«Los Huéspedes Monásticos reciben una habitación con baño privado dentro de la comunidad monástica en sí, y deben participar en todas las actividades y obligaciones de los monjes, desde las vigilias a las 3:20 a.m. hasta las 7:30 p.m», explica la Abadía en la presentación de la iniciativa.
«Se les asigna trabajo tal como lo son los monjes». Esta última condición, trabajar como lo hacen los religiosos, permite que la experiencia sea completamente gratuita, ya que la comunidad considera que la mano de obra compensa los gastos de alojamiento y alimentación.
Los interesados deben contactar a la Abadía y obtener una carta de recomendación, además de contar con un certificado de seguro médico. La disponibilidad es naturalmente limitada para preservar el ambiente religioso, y sólo se admiten 3 huéspedes a la vez en cualquier momento del año. Los huéspedes, después de una evaluación por parte de los monjes, pueden renovar su permanencia en la Abadía o, incluso, los religiosos están abiertos a que un seglar tenga un año sabático al interior de la comunidad.
«Antes de mi llegada, había asumido que estaría desempacando mucho equipaje, luchando con el pasado mientras buscaba conclusiones. Pero, en su mayor parte, eso no es lo que haces en un monasterio», indicó Ortigas Whilden, uno de los huéspedes. «Cantas a Dios, hablas con Dios, trabajas para Dios, y escuchas a Dios despejando tu mente y dejando de pensar. Preguntar sobre el mañana en un monasterio es una pregunta tonta. Va a ser muy parecido a hoy y parecerá extrañamente familiar a ayer. Entonces, dejas de pensar mucho en mañana o ayer. Vives en cada momento. Te preocupas por cada momento hasta que llegue el siguiente».
