(El Correo/InfoCatólica) «La postura de la Conferencia Episcopal, que ha apoyado la del arzobispado de Madrid, es respetar la decisión de las autoridades españolas y por tanto no oponerse a la exhumación del general Franco», ha señalado Mons. Argüello durante la rueda de prensa ofrecida tras la reunión de la Comisión Permanente de la CEE.
Asimismo, el obispo auxiliar de Valladolid ha rechazado que se haga «un uso ideológico y menos partidista» en campañas electorales de este asunto.
«¿No les parece que es hora de mirar hacia adelante? ¿De sellar la reconciliación? ¿De no hacer un uso ideológico y menos partidista en campañas electorales de este asunto tan doloroso?», ha remarcado al respecto, aseverando que a los obispos españoles les «entristece» que este asunto esté tan presente en la actualidad. En concreto, se ha referido a la Ley de Memoria Histórica, rechazando que esta norma «pueda ser un instrumento con el que se haga bandera política» o que «se utilice en campañas electorales» o sirva «reabrir heridas entre los españoles».
Mons. Argüello ha comenzado leyendo la carta del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, enviada a la vicepresidenta, Carmen Calvo, sobre la postura de la Santa Sede ante la exhumación.
En todo caso, Mons. Argüello ha asegurado que la Iglesia no ha recibido «ningún tipo de presión» para mostrar su criterio sobre la exhumación de Francisco Franco, al tiempo que ha negado que desde la institución religiosa hayan sido «equidistantes» en este asunto ya que, entre otras cosas, han hecho «llamamiento al acuerdo» desde el principio.
Ha mencionado el ejercicio de «reconciliación» que, a su juicio, se hizo durante la Transición Española, donde se pudo la mirada «hacia adelante». «Tengo poca experiencia en ruedas de prensa, pero en todas se me ha preguntado por Franco», ha lamentado, sugiriendo que es hora de «sellar la reconciliación».
Preguntado sobre la negativa del prior de la Abadía del Valle de los Caídos a la exhumación, quien interpuso un recurso ante el Tribunal Supremo, ha recordado que sobre el prior prevalece únicamente la autoridad del Abad de Solesmes y, en última instancia, del Papa. Argüello ha dicho que a estas autoridades les corresponde «ayudar al prior a tomar su decisión».
En cualquier caso, ha reiterado que el prior ya expuso que «estará a la escucha de lo que sus superiores le digan» y, tras tener conocimiento de la sentencia, Argüello sostiene que «estará obrando en función de su conciencia».
Según ha defendido, el prior tiene «el deber» de «al menos» poner en discusión lo establecido sobre la «inviolabilidad de los lugares de culto» en el Código de Derecho Canónico de 1917, si bien ha puntualizado que lo que recoge el nuevo Código y los acuerdos Estado-Iglesia actuales es «diferente».