(InfoCatólica) Mons. Chaput advierte a sus fieles contra de las tesis del sacerdote jesuita
«El padre Martin sugiere que las personas atraídas por personas del mismo sexo y las personas con disforia de género se etiqueten de acuerdo con su atracción y disforia, y pide el uso de la frase "católicos LGBT" en los documentos y el lenguaje de la Iglesia. Pero aunque la Iglesia sí enseña que el cuerpo es parte integral de la identidad humana, nuestros apetitos sexuales no definen quiénes somos. Si nos definimos principalmente por nuestras atracciones sexuales, entonces se deduciría que para realizarnos, debemos identificarnos con nuestras atracciones y actuar en consecuencia».
Según ese argumento, indica el arzobispo, «cualquier cosa que requiera la negación o la restricción de nuestros apetitos sexuales lógicamente equivaldría a represión e incluso crueldad. Esto es lo opuesto a la clara enseñanza del Evangelio de que nuestra identidad se encuentra en Jesucristo, creados a imagen y semejanza de Dios y estamos llamados a ser hijos e hijas de Dios».
Mons. Chaput recuerda que el P. Martin sostuvo durante mucho tiempo que los homosexuales nacen con esa tendencia sexual, aunque ahora ha admitido que no existe un gen gay. Y advierte que cualquier tesis a favor de que «el comportamiento de una persona está predeterminado, y que el intelecto y el libre albedrío tienen poco papel en la formación y el control de sus apetitos sexuales, es falsa y destructiva, especialmente para los jóvenes».
Y añade:
«El padre Martin sugiere que la enseñanza católica sobre la atracción hacia personas del mismo sexo como "objetivamente desordenada" (Catecismo 2358) es cruel y debería modificarse. En sus palabras, "decir que una de las partes más profundas de una persona, la parte que da y recibe amor, está desordenada es innecesariamente hiriente". Pero aquí el padre Martin tergiversa la creencia católica».
El arzobispo sostiene que «la sugerencia de que la sabiduría de la Iglesia, enraizada en la Palabra de Dios y en siglos de experiencia humana, es de alguna manera cruel o equivocada hace un daño grave a su misión. Las familias han sido destruidas debido a esta percepción errónea, y el padre Martin lamentablemente contribuye con la ambigüedad a problemas que exigen una claridad bíblica liberadora».
Mons. Chaput denuncia igualmente que:
«El padre Martin se asocia con organizaciones como New Ways Ministry que se oponen o ignoran las enseñanzas de la Iglesia, y respalda eventos, como el mes del Orgullo gay, que causan confusión para los fieles».
Y recuerda que, en el año 1986, la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la atención de la Iglesia a las personas homosexuales estableció que:
«Se debe retirar todo el apoyo de cualquier organización que busque socavar la enseñanza de la Iglesia, que sea ambigua al respecto o que la descuide por completo. Tal apoyo, o incluso la apariencia de tal apoyo, puede ser gravemente malinterpretado».
De igual manera, el arzobispo de Filadelfia rechaza la tesis del P. Martin de que la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad puede y debe cambiarse:
«En su libro Building a Bridge , escribe: "Para que una enseñanza sea realmente autorizada, se espera que sea recibida por el pueblo de Dios ... Por lo que puedo decir, en la comunidad LGBT, la enseñanza de que las personas LGBT deben ser célibes toda su vida ... no ha sido recibida”.
Uno podría inferir fácil y falsamente de tal lenguaje que la enseñanza de la Iglesia sobre la intimidad sexual carece de autoridad vinculante para los católicos atraídos por personas del mismo sexo».
Es preciso dar una enseñanza clara y segura sobre la verdad católica
«Cuando las personas escuchan que ‘la Iglesia acoge a los gays’ o que necesita ser ‘más inclusiva y acogedora’ sin oir también las condiciones de toda vida cristiana auténticamente basada en Cristo y su Iglesia –esto es, llevar una vida de castidad– fácilmente pueden equivocar la naturaleza de la conversión cristiana y del discipulado», precisó el Arzobispo de Filadelfia.
Por esta razón, «la enseñanza católica siempre precisa más que meras afirmaciones corteses o acuerdos formales, especialmente en aquellos que comentan públicamente sobre asuntos de doctrina. Los fieles católicos que tienen atracción hacia personas del mismo sexo necesitan apoyo y aliento en la virtud de la castidad. Merecen escuchar con claridad y seguridad –igual que todas las personas– la verdad sobre la sexualidad humana. Cualquier otra cosa carece tanto de misericordia como de justicia».
Mons. Chaput recordó que en la carta de 1986, la Congregación para la Doctrina de la Fe advirtió:
«Esta Congregación quiere pedir a los Obispos que estén particularmente vigilantes en relación con aquellos programas que de hecho intentan ejercer una presión sobre la Iglesia para que cambie su doctrina, aunque a veces se niege de palabra que sea así. Un estudio atento de las declaraciones públicas y de las actividades que promueven esos programas revela una calculada ambigüedad, a través de la cual buscan confundir a los pastores y a los fieles»
Se desmarca de los pastores que apoyan al P. Martin
Por último, el arzobispo lanza una advertencia sobre la confusión que puede tener los fieles al ver cómo otros pastores apoyan al P. James Martin:
«Los partidarios de la labor del Padre Martin notarán, correctamente, que varios líderes de la Iglesia han respaldado su trabajo. Esos eclesiásticos son responsables de sus palabras, como yo lo soy por las mías, como obispo de la Iglesia en Filadelfia. Y específicamente, en ese papel como pastor, quiero que las palabras de advertencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe lleguen a todos los fieles de la Iglesia en Filadelfia, en todo lo que tiene que ver con la ambigüedad sobre temas relacionados con las personas homosexuales que se encuentran en las declaraciones y actividades del padre James Martin».