(Fides) El P. Thomas Kuzhively, sj, secretario del Colegio, ha explicado a Fides que el ataque tuvo lugar el 3 de septiembre:
«El colegio, el St. John Berchmans, permanece cerrado todavía una semana después del ataque. Está situado en Mundli Tinpahar, 38 km al sur de Sahibganj, una de las principales ciudades de Jharkhand. Ni la policía ni el gobierno estatal aún no han tomado ninguna medida».
El sacerdote explica que la multitud llegó al campus con armas como palos, cadenas, barras de hierro, cuchillos y pistolas y atacó a los alumnos de la residencia Loyola Adivasi. Dos resultaron gravemente heridos. Les salvó la vida la intervención de las hermanas que trabajan en el Colegio ya que, aunque se llamó a una ambulancia, la multitud no permitió que los heridos fueran llevados al hospital. «Más tarde, la policía los llevó al hospital Rajmahal», asegura el sacerdote.
La multitud también trató de acosar sexualmente a las universitarias y personal femenino, lamenta el padre Kuzhively. El padre jesuita Nobor Bilung trató de hablar con los atacantes, pero estos le golpearon en la cabeza. «El director y todo el personal de la administración estaban indefensos. Ninguno de sus esfuerzos logró calmar a la turba», señala el jesuita.
Los asaltantes rompieron los cristales de todas las ventanas, dañaron las tuberías, los muebles, los sistemas eléctricos y el sistema de audio. Después de destrozar el internado, la multitud fue al edificio de la residencia. Los atacantes también se llevaron el dinero en efectivo en los cajones de la oficina y tres teléfonos celulares. Tres religiosas intentaron impedir la entrada del grupo ya que había dentro unos 200 estudiantes.
Los agentes de policía también intentaron detener a la multitud, pero esta se volvió contra ellos e hirió a algunos policías. Después de cuatro horas de caos, la multitud se dispersó.
El Colegio ha presentado una denuncia en la que estima que el daño en las instalaciones asciende a un millón y medio de rupias. «Hacemos un llamamiento para que se tomen medidas concretas», asegura el sacerdote. Explica que la dirección del centro ha hecho un llamamiento a los jueces, al gobernador y al primer ministro del estado de Jharkhand, al presidente de la comisión nacional de derechos humanos y al presidente de comisión nacional para las Minorías, en el que piden una acción inmediata contra los agresores. Las escuelas de la región harán un paro para protestar por el ataque.