(Agencias/InfoCatólica) Arqueólogos franceses e israelíes encontraron los restos de una edificación que coincide con las descripciones neotestamentarias de Emaús, localidad donde Jesús se apareció por primera vez tras su resurrección.
Los expertos identificaron una fortaleza helenística de 2.200 años de antigüedad en la colina de Kiryat Yearim, cerca de Jerusalén, que podría coincidir con el emplazamiento de la localidad bíblica, publicó el diario Haaretz.
Los investigadores llevan explorando desde 2017 la zona donde se cree que estuvo guardada durante 20 años el Arca de la Alianza, antes de que el rey David la llevara a Jerusalén.
El arqueólogo de la Universidad de Tel Aviv, Israel Finkelstein y Thomas Römer, profesor de estudios bíblicos en el College de France, sugieren que la colina de Kiriath Yearim y la ciudad adyacente de Abu Ghosh deben identificarse como Emaús. La ciudad jugó un papel importante en la historia de la rebelión judía contra el Imperio seléucida helenístico, narrada en el Libro de los Macabeos.
Judas Macabeo fue derrotado y asesinado en 160 a. C. en la batalla de Elasá por un ejército seléucida dirigido por Báquides, un general enviado a Judea para sofocar la rebelión. Báquides fortificó varias ciudades que rodean Jerusalén, incluida Emaús.
El Arca de la Alianza
Según detalla el diario israelí Haaretz, el grupo de profesionales que pertenece a la Universidad de Tel Aviv, realizó las excavaciones durante todo el verano. Su punto de inicio fueron relatos que indicaban que en aquella zona se encontraban tesoros de la época de la antigua Judea.
En concreto, a fines de agosto los arqueólogos identificaron una fortaleza helenística que data de 2.200 años en la colina de Kiryat Yearim, cerca de Jerusalén. Esa zona podría ser la localidad donde Jesús reapareció tras su muerte.
Se estima además que en ese sitio habría estado custodiada durante 20 años la denominada Arca de la Alianza, la cual fue llevada por el rey David hasta la ciudad santa hacia el 1.000 a.C.
Centro de culto y administración
Junto con eso se cree que aquella zona de Emaus podría haber albergado un centro de culto y administración israelita hacia los siglos VIII-VII a.C.
Israel Finkelstein, arqueólogo y líder del proyecto, indicó al citado medio que en aquel lugar se hallaron muros de tres metros de grosor y dos de altura. Además se encontraron restos de lo que habría sido una torre durante el primer siglo en la era cristiana.
De acuerdo al profesional, estas características hacen que esa zona se asemeje mucho a las características que se le daban a Emaús dentro de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento.
«La importancia de este lugar, su posición dominante sobre Jerusalén, se sintió una y otra vez a lo largo del tiempo: en el siglo VIII a. C., nuevamente en el período helenístico y otra vez después de la Primera Revuelta Judía y el saqueo de Jerusalén en el año 70 d.C», indicó.
Sin embargo, los investigadores sostuvieron que el trabajo tardará varios años más, debido a que muchas de estas estructuras habrían sido modificadas durante la época de dominio romano, cerca del siglo I d.C.
Cabe señalar que, según relatos bíblicos, tras su muerte Jesús se apareció a dos de sus discípulos en el camino hacia Emaús, aunque esto no ha sido comprobado de forma científica.
Otras dos hipótesis sobre su localización
Según la Fundación Tierra Santa, no todos los especialistas están de acuerdo en que Emáus esté situado en esta fortificación sino que hay al menos otras dos hipótesis sobre la localización de esta localidad. «Tradicionalmente, la mayoría de los estudiosos han identificado el tiempo de Emaús de Jesús con lo que más tarde se convirtió en la ciudad bizantina llamada Emaús Nicopolis, ubicada en el Valle de Ayalon, cerca del cruce moderno de Latrun», explica Benjamin Isaac, profesor emérito de historia antigua de la Universidad de Tel Aviv a Haaretz.
Según el Evangelio de San Lucas, Emaús estaba a 60 estadios de Jerusalén, casi unos 12 de kilómetros, mientras que Emaús Nicopolis está situada a 25 kilómetros. Por ello, Thomas Römer señala que existen tradiciones antiguas que vinculan a Kiriath Yearim y Abu Ghosh con Emaús. «Al menos algunos cristianos en los pasados siglos no estaban de acuerdo con Eusebio y creían que la aparición de Jesús ocurrió allí en lugar de en Emaús Nicopolis. Es por eso que los cruzados, en el siglo XII, construyeron la Iglesia de la Resurrección magníficamente pintada al fresco en Abu Ghosh».