(InfoCatólica) En Irlanda del Norte la vida está protegida desde el instante de la concepción, sin excepciones. El sitio más seguro para el ser humano sigue siendo el seno materno. Irlanda del Norte mantiene una cierta autonomía legislativa, que en este aspecto la diferencia del resto del Reino Unido que desde 1967 legalizó el aborto y del resto de la isla de Irlanda que lo hizo en 2018.
Los obispos católicos alertan del uso espurio de los mecanismos parlamentarios para aprobar una legislación abortista, sin siquiera respeto a los procedimientos. Unos procedimientos que hasta ahora han protegido al bebé concebido.
Liderazgo protestante
En esta protección del hijo concebido gran parte del liderazgo lo lleva el Partido Unionista (protestante), mientras que la aprobación del aborto, vía referéndum, se hizo en la en otro momento 'católica' Irlanda. En el Ulster continúa vigente la Ley de Protección Infantil de 1945 que sólo contempla el caso de grave peligro para la vida de la madre.
Mary Lou McDonald, líder del Sinn Fein (República de Iranda), antiguo partido de raíces católicas, propuso que las mujeres norirlandesas (que tienen acceso a doble pasaporte) puedan usar en el futuro los servicios de salud de la República de Irlanda para la interrupción voluntaria del embarazo. Pero en plenas negociaciones del Brexit la situación es complicada.
En la situación política de interinidad en la que se encuentra el Ulster y con el Brexit en ciernes se están tomando medidas legislativas desde Westminster, entre las que se encuentra una legalización del aborto.
Respuesta de los obispos irlandeses
Aunque políticamente la isla de Irlanda se encuentra dividida entre la República de Irlanda y el Reino Unido, los obispos irlandeses pertenecen a la misma Conferencia Episcopal.
Ayer 17 de julio, los obispos norirlandeses emitieron un comunicado de preocupación por las maniobras que desde el parlamento inglés están desarrollando para la aprobación, por la puerta de atrás, del aborto.
Junto con los miles de personas que han expresado su preocupación en los últimos días, deseamos expresar nuestra alarma ante la manera sin precedentes en que el Parlamento de Westminster ha utilizado el Proyecto de Ley de Irlanda del Norte (Executive Formation) para acelerar la legislación que tendrá un impacto devastador en el derecho a la vida de los niños no nacidos.
El mismo derecho a la vida y al amor de una madre y su hijo por nacer es tan fundamental para el bien común de todas las sociedades que los ciudadanos merecen la mayor participación en el debate democrático sobre la legislación que lo rige. Esto también se aplica a las decisiones sobre la naturaleza del matrimonio. Lo que está sucediendo en Westminster durante estos días socava de manera imprudente este derecho fundamental de los ciudadanos y el principio de devolución en el corazón del Acuerdo de Viernes Santo. Debe ser una cuestión de grave alarma para todos los ciudadanos en Irlanda del Norte y para todos aquellos que aprecian el derecho a la vida como el más fundamental de todos los derechos humanos.
Hacemos un llamamiento al Primer Ministro y al Gobierno de Westminster para cambiar este secuestro del Proyecto de Ley de Irlanda del Norte (Executive Formation) para los fines para los que nunca fue destinado y para defender el derecho de los ciudadanos en Irlanda del Norte, en virtud del Acuerdo de Viernes Santo, a decidir estos asuntos por sí mismos. Hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos de Irlanda del Norte para que expresen su compromiso con el cuidado de todas las madres y niños no nacidos al pedirles a sus representantes políticos que garanticen que el derecho igual a la vida se respeta en nuestra legislación descentralizada.
Arzobispo Eamon Martin, Arzobispo de Armagh y Administrador Apostólico de la Diócesis de Dromore
Obispo Noel Treanor, Obispo de Down y Connor
Obispo Donal McKeown, Obispo de Derry
Obispo Larry Duffy, Obispo de Clogher