(Agencias/InfoCatolica) El sacerdote recuerda que él mismo preparó personalmente a un niño discapacitado de diez años, que "aunque no podía leer, sí que podía dialogar con él, pero en este caso, con la nena era imposible, porque tiene reacciones inesperadas, y a veces se pone a gritar". Su hermano ha seguido tres cursos de catequesis, pero la hermana, que padece "un síndrome de down profundo, no se da cuenta de nada".
El párroco ha reconocido que "durante quince días estuve pensando si había actuado bien, y pensé que sí", pero aún así, asegura, "aplicando la caridad de Cristo"decidió rectificar su decisión y comunicar a la madre que la pequeña podía participar en la eucaristía y para ello la convocó a una nueva reunión a través de su hijo.
Hasta tres veces convocó a la madre a una reunión, pero la madre no respondió a la invitación, señala el cura de Teià. En una conversación telefónica que mantuvo con la madre el día 28 de mayo, el párroco le invitó a que los dos hermanos hicieran la primera comunión el 31 de mayo, como estaba previsto inicialmente, o cualquier otro domingo.
De hecho, al ver la reacción del párroco, la madre de los niños, Lidia, manifestó a los medios de prensa que a pesar de sus intentos por "integrar" a Carla en la sociedad, hechos como este provocan que sea una persona "discriminada" y "marginada". Aunque los familiares acudieron al Arzobispado de Barcelona pero, allí les aseguraron que no podían desautorizar al párroco que tomó esa decisión. Ellos, tras preguntar en varias parroquias cercanas, encontraron una en Badalona que este domingo acogerá la primera comunión de los dos hermanos.