(ACI Prensa) La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se reunió este 21 de junio con Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, a quien le agradeció por su presencia en el país y le explicó que la solución a la crisis social y política pasa por elegir un nuevo presidente.
Bachelet visitó Venezuela del 19 al 21 de junio, invitada por el régimen de Nicolás Maduro. Durante su viaje, se reunió con autoridades del país, así como con víctimas de abusos de derechos humanos y organizaciones que los atienden.
En su encuentro con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, los obispos le entregaron también una carta, subrayando «la grave crisis que vive el pueblo venezolano».
«La Iglesia Católica en Venezuela desde el año 2004, viene denunciando la situación de la grave crisis humanitaria que vive nuestro pueblo. Somos defensores de la vida en todos sus aspectos y la voz de los pastores es escuchar el clamor de nuestro pueblo», expresaron los obispos.
«Ha ido en aumento la diáspora masiva, la nueva forma de esclavitud, entre ellas la trata de personas, la prostitución», señalaron, así como «el aumento de la desnutrición infantil, el manejo de la mentira como que si fuera verdad».
La CEV lamentó además «la crisis eléctrica en toda Venezuela, con excepción de Caracas para dar la sensación de normalidad a quienes visitan el país; la situación del agua que no llega a los hogares, debido a las fallas eléctricas».
En Venezuela, señalaron los obispos, «se está menospreciando la dignidad de la persona humana».
También expresaron su expectativa de que «su informe refleje el rostro real de lo que pasa en Venezuela, que permita señalar mecanismos para solucionar los problemas de fondo de lo que ocurre con nuestro pueblo».
Los obispos pidieron además «que se eliminen las prácticas abusivas» en el país, entre ellos los grupos armados irregulares «que actúan con absoluta impunidad».
La salida a la crisis del país, señalaron, pasa por «la elección de un nuevo Presidente y el reconocimiento de la Asamblea Nacional como ente elegido por el pueblo».
La CEV advirtió que «la crisis que vive el país hunde sus raíces en la corrupción y la impunidad ante los saqueos del erario público y no simplemente por las sanciones que se han hecho».
«Venezuela antes de estas sanciones ya estaba en una situación económica deprimente. La grave crisis humanitaria se resuelve si los factores de poder buscan el bien común de todos».
Al finalizar su carta, los obispos venezolanos recordaron a Bachelet que «nuestro Pueblo es ante todo solidario y fraterno y por ello acudimos a su investidura para que la vida de los venezolanos sea defendida y promovida en todos sus niveles».
