(Miguel Maristany) En la víspera de Corpus Christi y bajo el lema ‘Cristo vive. Ven a adorarlo’, el cardenal don Juan José Omella ha querido reunir, por primera vez, a las diversas iniciativas de adoración perpetua que han surgido en la ciudad condal en los últimos años.
Las cuatro capillas de adoración perpetua de Barcelona –el Templo del Tibidabo, la parroquia de San Sebastián de Pomar (Badalona), el Real Monasterio de Santa Isabel, y las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada– se repartirán el tiempo en turnos de dos horas para acompañar al Señor durante toda la noche.
La vigilia de adoración eucarística prevista para la noche del 22 de junio, de 20 a 22h, en la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona ha superado todas las expectativas: a falta de una semana eran más de dos mil personas las que habían confirmado su asistencia.
Participan las cuatro capillas de adoración perpetua de Barcelona
Una vez concluida la vigilia el Cardenal trasladará al Santísimo Sacramento a la cripta de la basílica, donde se realizarán turnos de vela hasta las ocho de la mañana. Las cuatro capillas de adoración perpetua de Barcelona –-el Templo del Tibidabo, la parroquia de San Sebastián de Pomar (Badalona), el Real Monasterio de Santa Isabel, y las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada– se repartirán el tiempo en turnos de dos horas para acompañar al Señor durante toda la noche. Cuatrocientos adoradores ya han pedido participar de los turnos.
Este redescubrimiento de la presencia del Señor en el misterio eucarístico, que vive con particular esperanza la diócesis de Barcelona, se extiende al gran fruto espiritual que se está recogiendo por el Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, que se celebrará del 28 al 30 de junio en el Cerro de los Ángeles. A raíz de esta conmemoración, un grupo de fieles está realizando una intensa campaña con el propósito de que el mayor número de barceloneses se consagre al Corazón de Jesús y lo entronice en sus hogares. A día de hoy se han impreso más de cuatro mil folletos, en los que se explica cómo consagrarse, para cubrir las solicitudes que han llegado tanto desde parroquias como de familias particulares. Muchas están aprovechando el mes de junio dedicado al Sagrado Corazón para hacerlo.
El éxito de estas iniciativas pone de manifiesto el redescubrimiento de la presencia del Señor en el misterio eucarístico. «Si se cree de verdad que Jesús quiso quedarse sacramentalmente con nosotros –afirmaba don Marcelo González Martín en la Conferencia del Centenario de la Adoración Nocturna Española–, es necesario detenerse para manifestar nuestra gratitud, para rendirle homenaje de culto y devoción, para obsequiarle con el tributo de las facultades del alma y de nuestro cuerpo, para meditar en lo que es y significa su presencia, para presentarle súplicas y ofrecerle alabanzas». En este tiempo secularizado y de zozobra, con una sociedad enferma de pecado y ahogada por el sufrimiento, los fieles cristianos, siguiendo a sus pastores, se vuelven hacia el rostro de Cristo e impulsan con vigor el encuentro personal e íntimo en el Santísimo Sacramento.