(Asia News/InfoCatólica) Sarangi, conocido como el «Modi de Orissa» por haber sido el jefe local del grupo radical hindú que en 1999 quemó vivo al pastor Graham Staines y a dos de sus hijos pequeños. Su nombramiento ya suscitó una profunda indignación entre los cristianos y no ha perdido tiempo para dividir a la población con sus comentarios..
Para Sajan K George, presidente del Global Council of Indian Christians (GCIC), «el lenguaje utilizado por el ministro, que tiene fama de santó asceta entre sus correligionarios, es degradante, indiscreto, litigioso y despreciativo. Si bien Orissa es el primer Estado en haber aprobado el Freedom of Religion Act en 1967 (la ley que castiga las conversiones forzadas, ndr), jamás se comprobó un sólo caso (de conversión forzada al cristianismo)».
En declaraciones al diario The Print, el ministro-santón dijo que las conversiones religiosas (al cristianismo) son comparables con «la violencia física contra una joven» y deben ser perseguidas como un «crimen y un acto inhumano». «IMagínense - dijo- que alguno ayude a una muchacha en un colegio de medicina o ingeniería y la quiera agredir sexualmente. El caso sería tratado como un crimen, un acto inhumano. Del mismo modo, si alguno quisiera convertir o explotar sus creencias ofreciendo servicios y dinero, también ese debe ser considerado y tratado como un crimen: un crimen contra la naturaleza y contra la humanidad».
El ministro Sarangi rechazó las acusaciones que lo ven como cómplice en el homicidio del misionero australiano, realizado materialmente por el extremista hindú Dara Singh, miembro del Bajrand Dal, del cual en la época era el jefe local. «Las acusaciones según las cuales yo habría apoyado a Dara Singh -declara- son sólo el grito de un loco»
También habló de las vacas, el animal sagrado para el hinduismo e invitó a «mirar a los animales con más simpatía y amor. Debemos hacerlas felices. Las vacas son sacrificadas ilegalmente en manera cruel e inhumana». «Debemos encontrar un remedio a todo esto, concluyó.
Para Sajan K George los comentarios del santón son una ofensa a los cristianos: «El tejido multi-étnico, religioso y pluralista de India está en riesgo. Las minorías son discriminadas, amenazadas, entre ellos aumenta el miedo y el ansia».