(CNA/InfoCatólica) Associated Press informó el lunes sobre las denuncias de una mujer de Texas, Laure Pontikes, quien aseguró que el cardenal DiNardo permitió que Mons. Rossi, su ex vicario general a quien ella acusó de coaccionarla sexualmente, fuera transferido a otra diócesis y continuara en el ministerio, a pesar de que le prometieron que no se le permitiría servir como pastor.
En un comunicado, la archidiócesis de Galveston-Houston «rechaza categóricamente los informes no profesionales, sesgados y unilaterales contenidos en el reportaje de Associated Press titulado 'The Reckoning'. En cada paso de este asunto, el cardenal DiNardo ha reaccionado de manera rápida y justa, y siempre ha tenido en mente el bienestar de la señora Pontikes. Hay una serie de citas atribuidas al cardenal que son una fabricación absoluta»
También se asegura que DiNardo «acordó no reasignar a Mons. Rossi en ningún caso en la archidiócesis de Galveston-Houston».
En 2017, Mons. Rossi fue nombrado párroco en la diócesis de Beaumont, sufragánea de la de Galveston. La archidiócesis dijo que Rossi, quien efectivamente reconoció haber mantenido relaciones sexuales con la denunciante pero sin coacción por su parte, «completó su proceso de rehabilitación y los profesionales que lo evaluaron le recomendaron que regresara al ministerio activo». Pero la diócesis de Beaumont ha dicho esta semana que no se le informó de las acusaciones contra el sacerdote antes de ser nombrado párroco, y lo ha apartado temporalmente de su asignación parroquial.
La declaración de la archidiócesis señaló que Pontikes, quien también afirmó haber sido presionada por Rossi para que donara millones a causas católicas, hizo una «demanda de un pago de 10 millones de dólares» después de informar sobre la denuncia.
La relación de Rossi con Pontikes fue denunciada a la policía en 2018 y ahora se encuentra bajo investigación criminal. En Texas es ilegal que un miembro del clero tenga una relación sexual con un feligrés si esa relación implica un abuso del cargo.
Contradicciones de la denunciante
Desde la archidióceis del cardenal Di Nardo se ha puesto en duda otra de las acusaciones de Pontikes contra el sacerdote, consistente en asegurar la dio la absolución por el pecado de haberse acostado con él, lo cual es un delito canónico que puede ser castigado con la excomunión, y que debería ser puesto en manos de la Congregación para la Doctrina de la Fe:
«Cuando la Sra. Pontikes se puso en contacto por primera vez con la archidiócesis para hacer su denuncia, ella dijo que fue a un sacerdote dos veces para confesarse sobre su relación con Monseñor Rossi y cuando le preguntaron si el confesor era el mismo Monseñor Rossi, dijo que no. Posteriormente se hizo la misma pregunta a Monseñor Rossi, quien dijo que no confesió a la Sra. Pontikes ni después de que comenzara su relación inapropiada ni en ningún momento después de que terminara»,