(Aica/InfoCatólica) El papa Francisco concedió una amplia y exclusiva entrevista a la periodista y escritora mexicana Valentina Alazraki, corresponsal en el Vaticano para Televisa desde 1974, publicada por Vatican News en español.
Entre los diversos temas a los que se refirió, el pontífice dio detalles del caso del obispo argentino, monseñor Gustavo Zanchetta.
«¿Ustedes en el Vaticano sabían, usted lo trajo para acá, lo puso en un puesto que creó prácticamente de la nada para él, eso la gente lo entiende?», preguntó Alazraki al Papa y éste contestó:
«Antes que yo le pidiera la renuncia, hubo una acusación y yo inmediatamente lo hice venir a él acá con la persona que lo acusaba para dar explicaciones. Se trataba de una acusación con imágenes en un teléfono», comenzó explicando el pontífice y agregó: Al final la defensa de monseñor Zanchetta afirmó que le habían hackeado el teléfono y se defendió bien, entonces frente a lo obvio y una buena defensa queda la duda, pero, In dubio pro reo opté por ‘bueno, volvé’.
Francisco explicó:
«se llamó al cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires para que fuera testigo de todo esto. Y el caso lo seguí de manera especial.
Otra cuestión era que evidentemente él tenía problemas con su trato hacia los demás. Un trato -algunos dicen déspota- mandón y manejo económico de las cosas no del todo claro parece -esto no está probado-. Pero ciertamente que el clero no se sentía bien tratado por él. Se quejaron, se quejaron hasta que hicieron una denuncia ante la Nunciatura.
Yo llamé a la Nunciatura, y el Nuncio me dijo: ‘Mire, la cosa de la denuncia es seria, es por maltrato’, abuso de poder, podríamos decir. Ellos no lo llamaban así pero vamos. Lo hice venir y le pedí la renuncia. Bien clarito.
Lo mandé a España a hacer un test psiquiátrico, y sobre esto algunos medios dijeron: ‘el Papa le regaló un veraneo en España’. Fue a hacer un test psiquiátrico, el resultado del test estuvo dentro de lo normal, aconsejaban un seguimiento del tratamiento una vez por mes. Tenía que viajar a Madrid a hacerse dos días de tratamiento, entonces no convenía que volviera a la Argentina por esta razón. Entonces lo tuve acá y como el test decía que tenía buena capacidad de diagnóstico, de gestión, pues entonces de asesor, etc. era de eso que estuvo trabajando en el Vaticano. Algunos acá en Italia, –lamentó el Papa- lo interpretaron como que era un 'parcheggio' ('estacionamiento').
¿Y lo criticaron porque decía que ahí no había tenido un mal manejo y usted lo puso aquí en el APSA?, inquirió la periodista de Televisa.
«No era así. Económicamente era desordenado pero no tuvo un mal manejo económico en las obras que ha hecho. Era desordenado pero la visión era buena. Y empecé a buscar la sucesión. Una vez que estuvo el obispo nuevo, en diciembre del año pasado decidí hacer la investigación previa de las acusaciones que había.
La Congregación de los Obispos me propuso varios nombres y consulté al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, para que eligiera él y se decidió que lo mejor era el arzobispo de Tucumán para esto. Claro, mitad de diciembre en la Argentina es como mitad de junio acá, o sea, las fiestas y después, enero y febrero es como julio-agosto acá. Pero algo hicieron.
La cosa es que hace unos quince días me llegó oficialmente la investigación previa. La leí y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe, dónde se está preparando el juicio.
Entonces, ¿por qué le cuento todo esto? para decirle a la gente impaciente -que piensa que el Papa 'no hizo nada'- que el Papa no tiene que andar publicando todos los días lo que está haciendo, pero no me quedé quieto nunca, desde el primer momento de este caso. Hay casos que son largos, que esperan más, como éste y explico el porqué, porque no tenía los elementos o por 'h' o por 'b', pero hoy ya está en juicio en la Congregación para la Doctrina de la Fe. O sea nunca se paró. Ahora, en qué va a terminar el juicio, no lo sé, lo dejo en manos de ellos. De hecho al ser obispo podría juzgarlo yo, pero en este caso dije no: Hagan un tribunal, dan la sentencia ustedes y la promulgo yo. Ya que tratándose de un caso argentino, vio...»
Lo que dijo la Oficina de prensa la Santa Sede
Cuando el caso Zanchetta salió a los medios de comunicación, el Director interino de la Oficina de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, aseguró que las acusaciones contra el obispo habían surgido «en el último otoño» y añadió que «en el momento de su renuncia, había habido acusaciones de autoritarismo en su contra, pero no había habido ninguna acusación de abuso sexual en su contra. El problema que surgió entonces estaba relacionado con la incapacidad de gobernar al clero».
Ante la insistencia de algunos medios de comunicación que informaban de que en 2015 y 2017 llegaron a manos del Papa informes sobre el comportamiento sexual de Zanchetta, Gisotti publicó este comunicado:
«Con referencia a los artículos recientemente publicados por algunos medios de comunicación y a algunas reconstrucciones engañosas, puedo reiterar firmemente lo que se declaró el 4 de enero.
También confirmo que el caso se está estudiando y que la información sobre los resultados se proporcionará al final de este procedimiento»