(Infocatólica) El pasado sábado, durante el mitin-concentración de los partidos nacionalistas y soberanistas europeos en Milán, el viceprimer ministro y ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, invocó a la Virgen y en su arenga final, en plena campaña electoral para las elecciones europeas, mostró un rosario, lo agitó y lo besó.
Su acto ha provocado la reacción de personalidades destacadas de la Iglesia.
El secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, le invitó a «no mezclar la fe con la política que divide, mientras que Dios es de todos e invocarlo para sí mismo es siempre muy peligroso».
El director de la revista jesuita Civiltá Cattolica, P. Antonio Spadaro, sj, dijo que «el mandamiento de no invocar en vano el nombre de Dios reclama no usarlo para los propios objetivos políticos». Spadaro dijo que «la conciencia cristiana se sobresalta con humillación al verse así tratada como una mercancía». Y concluyó que el gesto del ministro del Interior «supera la decencia».
El semanario católico Familia Cristiana, sentenció: «He aquí el fetichismo soberanista, con el rosario enarbolado por Salvini y las rechiflas de la multitud contra el Papa».
El diario Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana advirtió a Salvini que «con el rosario se reza, no se hacen comicios».
Por su parte, el arzobispo y teólogo Bruno Forte dijo que el líder populista «hiere a los creyentes y no defiende a la Iglesia».
El político italiano ha respondido a todas esas críticas desde su cuenta oficial en Twitter:
#Salvini: si scandalizzano perché parlo del Cuore immacolato di Maria, ricordando le nostre radici cristiane, ma vestire le donne con il burqa tutto ok... #UnoMattina #domenicavotoLega
— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) 21 de mayo de 2019