(La Sexta/InfoCatólica) Así ha justificado Azcona su ausencia en redes sociales: «Yo no me habré presentado al Juzgado pero Dios, el ofendido, tampoco. Estamos en empate».
«El ofendido no es Dios en este caso, porque no es un delito de blasfemia. Es un delito de profanación y contra los sentimientos religiosos», replica Polonia Castellanos, de la Asociación Española de Abogados Cristianos.
La acusación no entiende esta última jugada del artista: «No hay ningún tipo de requisito jurídico para que le den la condición de exiliado, porque además España tiene tratado de extradición con Portugal desde 2014».
Para Azcona es una cuestión de libertad de expresión y de provocar una reacción con su obra. Dice que su marcha a Portugal, es parte de ella: «Si hay una detención yo he decidido asumir una posición de silencio». Con su marcha a Portugal, Abogados Cristianos ha pedido al juez que también le investigue por posible obstrucción a la justicia.