(AsiaNews) Vikas (nombre ficticio) tiene 8 años. Era casi un recién nacido cuando él y su hermana perdieron a sus padres, afectados por el virus del HIV/SIDA. Por algunos años, los pequeños quedaron bajo el cuidado de un tío, que obligó al niño a trabajar en un hotel. Su salvación llegó cuando conoció a Santosh Ram, un pariente lejano, que decidió adoptarlos y les brindó el calor de una familia. Gracias al apoyo de las hermanas de la Holy Cross de Hazaribag, en el Estado de Jharkhand, hoy, Vikas asiste a la escuela y está bajo tratamiento por su ceropositividad. En la escuela tiene buenas notas, y dice; «Estoy contento. Mi hermana, cuando crezca, quiere ser maestra».
Vikas es uno de los 1.032 menores de edad afectados por el SIDA o portadores sanos del virus que son asistidos por la Catholic Health Association of India (CHAI), la ONG más grande de la India en el campo de la salud. La organización es dirigida por el Pbro. Mathew Abraham, un médico que abrazó el sacerdocio luego de concluir sus estudios. Fundada en 1943, hoy, la asociación cuenta con más de 76.000 profesionales asociados, 3 universidades, 5 colegios que imparten una formación en profesiones vinculadas al campo sanitario y más de 1000 religiosas, médicas de profesión, que trabajan fundamentalmente en las áreas rurales.
Las hermanas de la Holy Cross del Jharkhand se cuentan entre estas. En el 2018, el CHAI lanzó el primer proyecto orientado al tratamiento y asistencia de los niños ceropositivos, De los 1.032 menores en tratamiento, 437 son atendidos en los centros médicos y el resto recibe atención domiciliaria. El programa es aplicado en 9 institutos, en 5 estados del país.
La asociación cuenta con el patrocinio de la Conferencia Episcopal India (CBCI). El proyecto orientado al tratamiento de niños enfermos o portadores del virus del SIDA tiene la particularidad de ofrecer tanto formas de apoyo sanitario y nutricional como ayuda psicológica. El programa también colabora para que los niños puedan ser inscritos en alguna forma de seguro médico presente a nivel local.
Según UNICEF India, en el país viven 220.000 menores de edad enfermos de SIDA; el 33% de ellos no sobrevive al primer año de edad. Cada año, nacen entre 55.000 y 60.000 pequeños infectados por madres ceropositivas; más del 30% de estos recién nacidos nacen contagiados. Quienes sobreviven, deben afrontar una existencia marcada por la discriminación y el estigma social por parte de los que están «sanos».
A futuro, comenta el Padre Abraham a Matters India, el CHAI aspira a desarrollar un «modelo sostenible» para ocuparse de los pequeños seres humanos, a fin de poder brindarles una nueva esperanza de tener una vida digna. «Los niños son el futuro del país. Todos los niños tienen derecho a vivir con dignidad y a recibir el sostén de la sociedad. También los que están enfermos de HIV», concluye.