(Bitter Winter/Gaudium Press) Según denuncia Bitter Winter las autoridades comunistas de China están reforzando sus campañas de adoctrinamiento antirreligioso en escuelas y universidades, comenzando en una edad temprana. La denuncia coincide con el informe 2019 de la Comisión sobre Libertad Religiosa de Estados Unidos (USCIRF), que señala el endurecimiento de las normas sobre asuntos religiosos y nuevas acciones en contra de minorías étnicas y religiosas.
Según la USCIRF, las nuevas regulaciones introducidas en 2018 «efectivamente terminaron con el área legal gris que había existido para la actividad religiosa desde los años 1980s», mientras que la situación se agrava con la transferencia de la jurisdicción sobre temas religioso de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos al Departamento del Frente Unido del Trabajo, por la cual existe una vigilancia más cercana por parte del partido comunista.
Las nuevas condiciones han significado un aumento de las acciones estatales para influir sobre los estudiantes. En abril de 2019, varias escuelas en la provincia de Henan se adhirieron al «Plan estratégico del Consejo Estatal para lanzar una batalla especial de limpieza del crimen de pandillas y eliminar el mal», que incluía de manera llamativa la firma de un compromiso por parte de los alumnos de «no entrar a edificaciones religiosas». La declaración resultó incluso extraña para estudiantes formados en medio de un estricto ateísmo. «Nosotros ni siquiera sabemos qué es la religión. El director dijo simplemente que no nos dejarían ir hasta que firmáramos con nuestros nombres», informó uno de los alumnos a Bitter Winter. «Los profesores firmaron primero y luego firmamos nosotros. Cuando firmamos, los maestros nos observaban desde un costado y nos tomaron fotografías».
Además de los compromisos de los alumnos, los padres de familia son presionados para realizar declaraciones similares. Al menos 26 escuelas de la ciudad de Lingbao hicieron que los padres de familia se sumaran a una campaña antirreligiosa y prometer no permitir que sus hijos se involucren en creencias religiosas o asistan a encuentros religiosos. Algunas de las instituciones fotografiaron a los padres de familia exhibiendo el documento firmado, citando a los objetores a charlas especiales para presionarlos. Uno de los padres de familia cuestionó anónimamente esta iniciativa, reclamando que la Constitución protege la libertad de creencias, pero las autoridades prohíben que los niños crean o participen en actividades religiosas. «¿No es eso deshonesto y engañoso?», denunció.
Otras instituciones educativas han organizado marchas en contra del «xie jiao» (enseñanzas heterodoxas, término empleado por las autoridades para referirse despectivamente a las religiones). Los alumnos tocan tambores y cantan consignas como «opongan resistencia a la superstición», «crean en la ciencia» o «boicoteen el xie jiao». Las marchas son acompañadas de la distribución de panfletos antirreligiosos.